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Pedro Aznar: 50 años de carrera, balance, ética y el afán de que su música “transformara el mundo”

El amor de su público, el balance tras cinco décadas de música, la Inteligencia Artificial y el budismo: una charla reflexiva con el gran músico argentino.

Arte y Espectáculos 9 de noviembre de 2024

 

Por Paola Galano

Sereno, reflexivo, Pedro Aznar se abre a contar cómo transita este presente, en el que celebra nada menos que cincuenta años de carrera. Semejante recorrido incluye su etapa solista y otros momentos: fue parte de grupos como Madre Atómica, Alas, Serú Giran y Pat Metheny Group.

Hizo música junto a Luis Alberto Spinetta, Mercedes Sosa, Fito Páez, Leda Valladares, Lila Downs, Pablo Milanes, Caetano Veloso, Jairo, Soda Stereo, Juan Manuel Serrat, Gal Costa, León Gieco, entre otros. Además, tiene veintidós discos como solista y más de cien junto a grandes figuras. A ese camino se le deben sumar los tres premios Grammy que recibió.

 


“Cuando yo mismo escucho mi obra de estos cincuenta años, el balance es de una gran satisfacción”

 

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Fruto de este medio siglo, surgió el show “Pedro Aznar 5.0 – 50 años de música” que, en medio de una gira, también llegará a Mar del Plata. El próximo 16 de noviembre desembarcará en el teatro Radio City (San Luis 1750).

Receptivo, decidió festejar con su público: abrió sus redes sociales para aceptar propuestas de canciones que sus oyentes quisieran que volver a escuchar en vivo. Así, parte del repertorio está elegido en conjunto. “Me ayudaron a incorporar cosas que tal vez habría pasado por alto”, contó en una entrevista con LA CAPITAL.

“Algunas de esas canciones recibieron muchos votos. Eso hizo que el repertorio se completara muy sólidamente, porque a pesar de que están todos los clásicos, con esas otras facetas quedó una visión profunda y amplia de mi trabajo. En los más de treinta shows que lleva la gira, comprobé que le gusta por igual a quien me sigue hace años o a quien se acerca con oídos nuevos”, agregó.


“La ética de trabajo marca una dirección, una voluntad y te forja y construye”

 

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-¿Los 50 años de carrera traen balances, cómo te llevás con ellos?

-Me llevo bien, aunque siempre son parciales, en realidad, siempre son “hasta acá”. El gesto completo de una vida se ve al final.

-Y ¿qué surge de ese balance?

-De chico soñaba con hacer una música que inspirara y motivara tal como lo hacía conmigo la música de mis artistas referentes. Puse todo mi empeño en eso, y el foco siempre estuvo puesto en el respeto por el oyente. Cuando yo mismo escucho mi obra de estos cincuenta años, el balance es de una gran satisfacción. Siento que siempre di el máximo de mis posibilidades y hoy lo veo reflejado en la hermosa respuesta de la gente. No hay mejor indicador.

-¿Fue tu ética de trabajo la que te consolidó como artista?

-Sí, claro. La ética de trabajo marca una dirección, una voluntad y te forja y construye. El otro día escuché algo que dijo el recientemente fallecido Quincy Jones: “Nunca hice música por fama o por éxito comercial, porque cuando se hace eso, Dios se va de la habitación”. Me pareció muy honesto y a la vez muy tierno, como si le explicaras qué es la ética y el cuidado de lo mágico que tiene el arte a un chico de cinco años. Adhiero a sus palabras.

-En la música, ¿en qué cosas te serenaste, qué cosas te importan menos?

-En mi temprana juventud tenía el afán de alcanzar una “gran música” que transformara el mundo. Después me di cuenta de que transformarme a mí era más difícl, más necesario, más loable y, a la larga, un aporte más auténtico y valioso a cualquier cambio en el mundo.

-¿Influye el budismo en tu música?

-Inevitablemente. Mi visión del mundo y mi concepción de la vida se manifiestan y tienen consecuencia en todo lo que hago. Errores incluídos.

-¿Reconocés el destello que aparece y puede ser germen de una canción, es una palabra, una idea, un sonido, un conjunto de sonidos?

-Sí, lo reconozco y lo sigo. Puede venir de modos muy diversos, la chispa inicial puede ser cualquiera de esas. Es algo que se sugiere solo, por así decirlo. Algo que decanta de tu vida diaria, tus experiencias, tus sueños (metafóricos y concretos) y de la dieta cultural con la que te alimentás. Una canción suele salir de una síntesis de todo eso y muchas veces sabe más de vos que vos mismo y se adelanta a cosas que vas a haber entendido del todo mucho después. Como un oráculo de tu propio inconsciente.

-Si te digo Inteligencia Artificial aplicada a la música, ¿cómo te posicionás?

-Toda herramienta es válida, en principio. Pero después hay que dar la discusión de cómo vamos a desplegar un modo de la inteligencia que nos va a dejar obsoletos en muchos aspectos. Los riesgos son grandes, y juzgando por el clima de intolerancia e inequidad que crece en el mundo, su implementación no va a ser ni pacífica ni democrática.



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