Entretextos: poemas para infancias de Gabriela Bujarski
La autora marplatense comparte cuatro textos poéticos que pronto saldrán a la luz en su primer libro titulado “Ufa”.
Gabriela Bujarski.
DON OTOÑO
Parece que Don Otoño
anda medio distraído,
debería estar cerquita
trayendo un poco de frío.
Algunos dicen que anda
juntando algo más de ropa
aunque después, de repente,
se pone lo que le toca.
Que quizás se perdió el tren,
dijeron las hojas secas,
o que se demoró en el camino
oliendo las flores frescas.
El verdadero motivo
nos lo contó un topo enano:
el otoño tarda porque
se enamoró del verano.
Por eso hace calorcito
y viene con paso lento.
Don Otoño llega pronto,
enamorado y contento.
Así que preparen, chicos,
las camperas y los guantes
porque, enamorado y todo,
¡llegará en cualquier instante!
PRIMER AMOR
Tengo guardado en mi mano
el nombre de mi amorcito.
De memoria sé sus letras,
todo el tiempo las repito.
Dicen los de segundo
que me pongo colorada
cuando pasa caminando
y cruzamos las miradas.
Anoche soñé con él,
que me escribía un “te quiero”
y me traía en un cesto
las flores del mundo entero.
Ay, ¡qué cosa que no entiendo!
Parece que no es sencilla,
porque mi panza parece
una fiesta de cosquillas.
Tiene los ojos del mar
y una sonrisa infinita.
Cuando me toma la mano
me siento la más bonita.
Tengo guardado en mi mano
el nombre de mi amorcito
y en mi corazón los besos
que nos dimos rapidito.
BUEN COMIENZO
Anoche hablé con Felipe,
mi vecinito de al lado,
no quiere empezar las clases,
estaba un poco asustado.
Le hablé de los compañeros
y de las lindas lecturas,
y de los juegos en recreo
y todas las aventuras.
Que las cuentas y las tablas,
que las maestras son buenas
y que vamos a aprender juntos
muchísimas cosas nuevas.
Felipe empezó a llorar
y apretaba sus manitos,
se puso tan triste entonces
y me habló muy despacito.
Me contó que aquella vez
cuando empezó en la otra escuela
los chicos se le reían
por el color de la campera.
Que le decían Felipa
por su voz tan refinada
y la cargaban las chicas
casi todas las mañanas.
En un abrazo le dije
que yo iba a estar a su lado,
que todo iba a estar bien
y que olvidara lo malo.
No es lindo burlarse de otro,
a nadie le gustaría.
Ayudemos a los demás
a que tengan lindos días.
Si vas a empezar las clases
y tus amigos te esperan,
compartan juegos y risas
y que el miedo quede afuera.
PAZ
¿A quién puedo preguntar
dónde quedan los deseos
que uno pide y no se cumplen
para pedirlos de nuevo?
Mamá, ¿me podés decir
cuánto amor hay que poner
para que el deseo llegue
y que yo lo pueda ver?
Decime, papi, ¿sabrás
si soñando más profundo,
podría llegar la paz
a cada rincón del mundo?
No entiendo y me pone triste
si es anhelo compartido,
si ya lo pedimos todos,
si es el mismo compartido.
Cuánto empeño nos faltó
y cuánta fuerza hace falta
para que llegue ese día
que la guerra diga basta.
Yo no me voy a rendir
y voy a seguir esperando
a que la gente de bien
nos deje seguir jugando.
A cada amigo le pido
que un ratito por día
pida fuerte por la Paz
y por las risas perdidas.
Si alguien sabe decirme
dónde quedan los deseos,
los voy a buscar mañana
para pedirlos de nuevo.
Gabriela Bujarski nació en Mar del Plata el 30 de octubre de 1973. Estudió Comunicación Social en la UBA e hizo talleres literarios con Marcela Pedrieri y Sergio Eddom. Sus textos han sido publicados en la guía infantil Verde Limón. En 2023 hizo el practitioner y máster en Programación Neurolingüística, donde descubrió herramientas maravillosas para su día a día como escritora de literatura infantil. Próximamente, saldrá a la luz su primer libro titulado “Ufa”.