Sol, caminata, playa y las tradicionales “selfies” con el mar como telón de fondo fueron parte del menú de los visitantes que eligieron Mar del Plata para disfrutar del fin de semana largo, que en sus dos primeras jornadas regaló un clima primaveral acorde con el calendario.

Si bien “La Feliz” se caracteriza por la diversidad de propuestas, la locación más elegida es indudablemente la costa y, si las temperaturas acompañan, la estadía en la playa se vuelve imprescindible. De hecho, hoy –al igual que el viernes– muchos se animaron e incursionaron en el mar, especialmente los más chicos.

Así, todo el sector costero se vio poblado desde temprano. En zonas como la de Playa Grande se pudo observar densidad poblacional sobre la arena, especialmente en el horario del mediodía, cuando la marca térmica superaba los 23°.

Si bien la fila de vehículos rumbo al sur generaba algunos embotellamientos en determinados semáforos, como los ubicados a la altura de Varese, desde Playa Chica hasta La Perla la concurrencia de caminantes fue similar a algunas tardes veraniegas. Y, en la mayoría de los casos, además de celular, el mate se volvió equipaje obligatorio, como el de las personas que se instalaron en las barrancas de césped que miran hacia las playas de La Perla o en los sectores parquizados del Paseo Dávila, donde está instalado un “selfie point” con el nombre de la ciudad.

Además del calor y del sol, hoy estuvo presente –con mayor o menor intensidad según la hora– el viento que predominó del cuadrante oeste y levantó todas las hojas de los plátanos o de los tilos para incomodidad de los alérgicos.

De todas formas, el clima se convirtió en aliado del sector turístico en estas minivacaciones, ya que incluso muchos visitantes “espontáneos”, es decir, aquellos que llegan sin reserva previa, se animaron a tomar la autovía 2 a último momento después de chequear virtualmente los pronósticos climatológicos.

En uno de los cinco estrellas, dieron cuenta de ese efecto: “Estamos muy bien de ocupación, vino más gente de la esperada, porque llegaron sin reservas. Eso pasó porque anunciaban buen pronóstico del clima”, analizó una de las recepcionistas.