El Concejo Deliberante aprobó por mayoría la autorización para la construcción de una torre de 35 pisos en Alem y Falucho.

La excepción al Código de Ordenamiento Territorial (COT) fue sancionada con los votos del interbloque del oficialismo local (Vamos Juntos-UCR-Coalición Cívica) y La Libertad Avanza, mientras que Unión por la Patria, el Frente Renovador y Acción Marplatense se pronunciaron en contra.

El proyecto de la firma Paisajes Urbanos MDP, promovido por el gobierno municipal, incluye la construcción de un edificio de tres niveles, también en la manzana delimitada por las calles Alem, Aristóbulo del Valle, Falucho y Gascón.

La iniciativa contempla la preservación, puesta en valor y refuncionalización del chalet de María Frers de Mahn (conocida como Villa La Robla), declarado de interés patrimonial, y de dos propiedades con valor patrimonial aún sin declarar que forman parte del conjunto del ingeniero Alula Baldassarini.

El debate fue seguido desde la barra del recinto por vecinos que se oponen a la construcción de la torre y por la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), que apoyó la generación de empleos.

La presidenta de la comisión de Obras, Angélica González (Coalición Cívica), lo calificó como “un proyecto interesante para Mar del Plata” y sostuvo que, “como todo lo que significa crecimiento y desarrollo, genera cambios” que algunos aceptan y otros rechazan.

“Vamos a apoyar siempre el crecimiento, el desarrollo y el trabajo genuino”, planteó, y destacó que Mar del Plata crece “a partir de la inversión privada”.

“Estas torres no empezaron ahora. En 1969 tuvimos la primera gran torre de Mar del Plata, de 39 pisos y el piso superior, que es terraza”, defendió en alusión al Edificio Havanna. Subrayó que el año pasado se construyó el edificio Unkanny y recordó las torres de Pelli.

La oposición habló de un tratamiento “exprés” del expediente, que duró menos de un mes. “No estamos en contra del desarrollo, de la generación de empleo, de que Mar del Plata crezca, pero estamos en contra de que crezca de forma desordenada, donde la excepción es la regla, donde hay un Código de Ordenamiento Territorial (COT) y un sistema de compensaciones que no está claro y es arbitrario”, aseguró Juan Manuel Cheppi (Frente Renovador), que anticipó “una lluvia de cautelares” para frenar la ejecución de la torre.

“Es un verdadero dislate urbanístico”, dijo Valeria Crespo (Unión por la Patria), y recordó que en esa zona la reglamentación permite la construcción de hasta siete metros de altura, mientras que la torre en cuestión tendrá 125. “Son 118 metros de altura de más. Esa es la discusión, no la generación de trabajo, con la que estamos absolutamente de acuerdo”, diferenció.

Crespo señaló que el expediente llegó al recinto “sin debate”, sin un informe preliminar de Obras Sanitarias y sin un estudio de impacto ambiental. Agregó que se promueve “sin pensar en el cuidado patrimonial” ni “en el cono de sombra”, y acotó: “Tenemos que discutir qué tipo de costa queremos tener, si queremos un paseo costero completamente ensombrecido”.

La manzana en que se construirá la torre de 35 pisos.

La opositora advirtió que “no se tuvo en cuenta” la opinión del Colegio de Arquitectos, el de Martilleros y los urbanistas. Tampoco a los “vecinos y vecinas” del barrio que, según informó, juntan firmas contra la “pérdida del patrimonio histórico, la destrucción de espacios verdes, el aumento de la densidad poblacional, el impacto en la calidad de vida y la sombra que se proyecta sobre la vivienda de los vecinos”.

El presidente del bloque de Acción Marplatense, Horacio Taccone, consideró que “pocas veces ha habido tantas opiniones juntas negativas con respecto a un proyecto”, y lamentó que no se los escuche.

“No hay una regla general, la regla es la excepción. A unos se les pide compensación y a otros no. A uno se le piden 100 para construir mil, a otros se les pide 200. ¿Quién decide cuánto es la compensación? El ejecutivo, en forma antojadiza”, lanzó.

A pedido del bloque radical, la ordenanza establece que la compensación económica por los metros de más construidos serán dirigidas prioritariamente a la puesta en valor de la Rambla, a pesar de que ese espacio público está bajo jurisdicción provincial y de que el Gobierno bonaerense ya avisó que encarará la licitación por su cuenta.

“En este expediente encontramos uno de los hechos más ambiguos y contradictorios de los que yo tenga memoria en el tratamiento de una excepción: que el estado municipal le imponga a un inversor una obra a realizarse en otra jurisdicción”, afirmó Taccone.

“Es una discusión ridícula, no porque la Rambla no requiera mejoras, sino porque se quiso correr el eje de la discusión”, afirmó Crespo. “¿Desde cuándo se ve que un estado, en el caso del municipal, utiliza los recursos que le corresponden para volcarlos en otra jurisdicción”, se preguntó Cheppi. “Nos quieren llevar a una pelea con el gobernador”, advirtió.

Ante la posibilidad concreta de que la compensación no prospere para la Rambla, el articulado de la ordenanza apunta que “el Departamento Ejecutivo dispondrá, para el caso de no poder instrumentar con la Provincia de Buenos Aires la puesta en valor del mencionado espacio, la utilización de esa compensación en la forma que entienda necesaria en obras de infraestructura y del espacio público del Partido de General Pueyrredon”.

Por el bloque del intendente (Vamos Juntos) se manifestó entre otros Florencia Ranellucci. “Este tipo de proyectos reafirma la ciudad que queremos. Estamos convencidos de que este es el camino”, dijo, y sacó a relucir el eslogan oficialista de “la ciudad del sí”.

“Este es el rumbo que queremos como ciudad. Una ciudad donde la construcción privada es un gran motor, que trae el desarrollo económico y social, fomenta el empleo y mejoran la infraestructura. Le decimos que sí a este expediente, sí al desarrollo de la ciudad”, cerró.