Acordó un encuentro por Telegram y terminó asaltado en su departamento
El ladrón era un peligroso exconvicto que estaba prófugo de la Justicia por asaltos anteriores. Lo detuvieron y ahora le dictaron la prisión preventiva.
Un hombre fue víctima en su propio departamento céntrico de un violento asalto perpetrado por otro con el cual acordó un encuentro tras contactarse por la aplicación Telegram sin saber que se trataba de un exconvicto que se hallaba prófugo de la Justicia.
Tras una precisa investigación que incluyó el “peinado” de redes sociales y la memoria de la víctima, el asaltante, de 31 años, fue identificado y localizado en su vivienda, donde finalmente se lo detuvo. Ahora la Justicia de Garantías, por pedido del fiscal Mariano Moyano, le dictó la prisión preventiva.
El episodio, que pone en evidencia los riesgos que se corren al entrar en contacto con personas desconocidas por las redes sociales, se remonta al martes 16 de julio cuando un hombre domiciliado en proximidades de la Plaza Mitre recibió un mensaje de Telegram desde un grupo que integraba y que se llamaba “Notas MDP”. Ambos hombres intercambiaron algunas preguntas y respuestas, y quedaron en encontrarse cerca de las 2 de la tarde. Previo a eso la víctima le pidió una foto, a lo que el otro hombre accedió: era una imagen de medio cuerpo, con el pecho descubierto y un gran tratuaje de hombro a hombre formando una palabra que no lograba leerse con certeza.
La víctima, acaso en un exceso de confianza que terminaría pagando caro, invitó al hombre a subir a su departamento, ya que no notó nada sospechoso ni en su manera de hablar, ni en su aspecto ni mucho menos en el hecho de que cargara una mochila. Sin embargo una vez en el interior del inmueble del sexto piso, todo se precipitó. Un toma sobre el cuello acompañada por una pregunta como excusa inicial (¿”te gusta el sexo violento?”) derivó en un ataque sobre la cama y una maniobra de estrangulamiento que hizo desvanecer a la víctima.
Minutos después, al despertar, el hombre vio que el delincuente le estaba atando los pies con los cordones de su calzado, para luego exigirle la entrega de dinero. Mientras el ladrón juntaba dispositivos electrónicos, ropa, lentes y otros objeto de valor, la víctima se ofreció a pedirle una transferencia a una amiga para evitar así perder su teléfono. Al contactarse con la mujer, el hombre no quiso revelar que estaba siendo asaltado porque el delincuente lo amenazaba con un arma de fuego que tenía escondida en su mochila de marca Fila, pero el pedido de 200 mil pesos alertó a la amiga.
De inmediato la mujer se contactó, a su vez, con otro la expareja de la víctima, quien empezó a mandar mensajes y al no obtener respuesta dijo que llamaría al 911. Eso hizo que el ladrón desistiera de esperar la transferencia y con una bolsa cargada de elementos robados -también el teléfono celular- escapara del lugar.
La investigación
Tanto la DDI Mar del Plata como el fiscal Mariano Moyano comenzaron a investigar basados en el testimonio de la víctima, cuyos datos sobre la descripción física y, en particular, del llamativo tatuaje resultaron claves. También el análisis de las cámaras de seguridad de una farmacia próxima fue de importancia.
Entonces se inició una búsqueda por redes sociales que llevó a los investigadores hasta el perfil de una mujer que acabó siendo la pareja de Jorge Sorez (31), un hombre que en su foto mostraba el pecho descubierto con el tatuaje que decía, ahora sí legible, “Andrea”.
Al identificarlo la policía comprendió que no era solo el presunto asaltante, sino un prófugo de la Justicia que en 2022 no había regresado a la cárcel de Batán donde cumplía dos penas por robo calificado.
Con el aval de la Justicia de Garantías, el fiscal Moyano consiguió una orden de allanamiento para una casa del barrio General San Martín, donde fue localizado y detenido Sorez.
Durante el operativo se secuestraron muchos de los objetos robados en el asalto y también la mochila marca Fila que tenía Sorez encima el dia del hecho. Pero Sorez no estaba en la casa y recién fue detenido unos días más tarde en la vía pública..
Con semejante caudal de pruebas, la Justicia dictó la prisión preventiva respecto a Sorez y lo acusó del delito de robo doblemente agravado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no se tuvo por acreditada y por el uso de llave sustraída.