“Está agonizando, está agonizando“, gritó Miguel Ángel Carrara (58) el viernes cerca de las 4 de la madrugada en el interior de una casa del barrio Villa Primera. En el suelo, con la cabeza destrozada, yacía su hermano menor, Juan Carlos (56) quien acababa de ser golpeado salvajemente con un palo. “Murió Juan, murió Juan“, gritó hasta que despertó a vecinos de esa cuadra, que llamaron al 911 para alertar a la policía.

En Juncal 549 hay una casa que tiene un cartel que dice “Vidrios, espejos. Colocación y venta”, sin embargo rara vez alguien trabaja allí. Hace unos meses murió la dueña del lugar y en la vivienda quedaron sus hijos, los hermanos Miguel Ángel (58) y Juan Carlos (56) Carrara.

Los vecinos aseguran que ambos tienen problemas con el alcohol, y mientras que Juan Carlos siempre se mostró atento y sumiso, su hermano mayor, Miguel Ángel era todo lo contrario, a quien definen como agresivo, maltratador y violento. En esa cuadra, cuentan, era muy común ver a Juan Carlos con la cara hinchada por golpes, pero el menor de los Carrara solía poner excusas tontas, que se había caído mientras estaba borracho y se había así golpeado.

Al morir la madre de los Carrara, una guerra se desató entre los hermanos. Según cuentan los vecinos, Miguel Ángel quería vender la casa y Juan Carlos no, ya que si lo hacían se quedaría sin lugar para vivir. Esto llevó a los maltratos, las discusiones y las peleas al extremo, al punto tal que en las últimas semanas más de una vez tuvo que ir la policía hasta el lugar.

En ese contexto, este viernes 13 de septiembre a la madrugada se desató la última discusión entre los hermanos Carrara: la víctima, Juan Carlos, fue brutalmente golpeada en la cabeza con un palo, similar a un palo de amasar. El ataque fue tan salvaje que el hombre de 56 años quedó con el cráneo destrozado, boca abajo y su sangre cubrió la habitación y otros ambientes de la vivienda.

Un llamado al 911 alertó a la policía, y personal del Comando de Patrullas y del SAME fueron hasta el lugar. Los médicos constataron la muerte de Juan Carlos Carrara, mientras que los policías detuvieron a su hermano, Miguel Ángel Carrara y al hijo de este. Según trascendió, ambos hombres se encontraban en estado de ebriedad al momento de ser arrestados.

Ambos detenidos quedaron a disposición del fiscal Fernando Berlingeri, quien luego resolvió imputar por homicidio agravado solo a Miguel Ángel Carrara y liberar a su hijo, testigo de lo que ocurrió en la casa de Juncal 549.

El imputado fue trasladado a la Unidad Penal 44 de Batán, donde pasará la noche del viernes. El sábado será trasladado a Tribunales, para declarar ante el fiscal. Por su parte su hijo, de 32 años, quedó en libertad, y si bien es testigo de lo que ocurrió, tiene derecho a no declarar contra su padre.

“Lo que pasó es un deterioro por el alcohol, los golpes a lo largo del tiempo, la violencia. Miguel era muy agresivo y maltrataba constantemente al pobre de Juan”, dijo un vecino de la calle Juncal al 500.