La Cámara de Apelaciones y Garantías dejó sin afecto el arresto domiciliario que había ordenado la Justicia de Garantías al exjefe de Sanidad de la cárcel de Batán, acusado de haber abusado sexualmente de presos, quien seguirá detenido.

Según confirmaron fuentes judiciales consultadas por LA CAPITAL, la Sala 3 de la Cámara de Apelaciones y Garantías, presidida por el juez Pablo Martín Poggetto, dio lugar a lo planteado por la fiscal Florencia Salas y ordenó que el imputado por “abuso sexual gravemente ultrajante” y “abuso sexual con acceso carnal”, Juan Carlos Salas, continúe detenido mientras avanza la investigación en su contra.

Cabe recordar que como el arresto domiciliario de Juan Carlos Salas lo había otorgado el juez Saúl Errandonea en una decisión exclusiva sin que estuviera de acuerdo la fiscal, la medida no se hizo efectiva inmediatamente, ya que no estaba firme. Por lo que en lo concreto, el imputado nunca dejó de estar detenido en una comisaría de Balcarce.

Ahora, además de dejar sin efecto el arresto domiciliario, la Cámara de Apelaciones y Garantías intima al juez de Garantías Errandonea a que Juan Carlos Salas sea trasladado en carácter de urgente a una unidad penal de la provincia de Buenos Aires, a excepción de las cárceles de Batán, que son donde habrían ocurrido los hechos y donde se encuentran las víctimas.

En su momento, la defensa del imputado había solicitado su arresto domiciliario por el “delicado” cuadro de salud que atraviesa y remarcó que no puede estar detenido en unidades penitenciarias de la provincia de Buenos Aires.

La fiscal Salas apeló la decisión de la Justicia de Garantías, quien había explicado que las pericias psicológicas y psiquiátricas realizadas a Juan Carlos Salas evidenciaron que el imputado tiene una personalidad psicopática con doble personalidad,  desconocimiento de la gente de su entorno intimo y de su doble vida en el penal.

Ante esto, es que la fiscal Salas había cuestionado la resolución del juez de garantías Errandonea. “Basado en esa pericia lo mandan en un arresto a la casa para un tratamiento psicológico y psiquiátrico, para tratar esa psicopatía. Lo que hizo en el penal lo hizo durante más de diez años”, había expresado la fiscal.

Las denuncias

Según explicaron fuentes de la investigación consultadas por LA CAPITAL, en la cárcel de Batán era prácticamente vox populi que Juan Carlos Salas ofrecía lo que los presos necesitaban a cambio de favores sexuales y, según testimonios que son parte de la causa, el radiólogo ofrecía comida, dinero o drogas para poder abusar de las víctimas. Es decir, se aprovechaba de la situación de extrema vulnerabilidad de las víctimas y sus necesidades.

Al médico Juan Carlos Salas lo detuvieron el 23 de mayo, acusado de los delitos de “abuso sexual gravemente ultrajante” y “abuso sexual con acceso carnal” por haber sometido a dos convictos a cambio del suministro de medicamentos o droga. Esta es la hipótesis de la fiscalía a partir de las denuncias efectuadas por la Comisión Provincial de la Memoria, que canalizó el relato efectuado por uno de los reclusos, y el juez de ejecución Ricardo Perdichizzi. El magistrado tomó conocimiento de otro caso en medio de una audiencia, cuando el preso al que entrevistaba lo contó.

Si bien en un comienzo se negó a declarar, el imputado aceptó hacerlo días después de su detención, pero no respondió preguntas de la fiscal. Tampoco aportó ningún tipo de dato más allá de los personales, en una audiencia que duró unos pocos minutos.

Asistido por el abogado platense Martín Castro y luego de que haber sido trasladado desde Balcarce, donde está detenido, Salas negó los cargos y apenas señaló que las acusaciones de los dos reclusos obedecían a situaciones de “enemistad”, en especial con uno de ellos, con quien había tenido diferencias.