Otra idea para intentar “salvar” a la Rambla, una de cal y otra de arena y escala el conflicto por Punta Mogotes
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Con el conflicto jurisdiccional de fondo en relación a Punta Mogotes, vuelve al debate el pésimo estado de la Rambla, una de las postales icónicas de Mar del Plata, que una temporada más volverá a lucir su peor cara. Una realidad que vuelve a enfrentar a la provincia y el municipio -será un clásico, más aún en el 2025, año electoral- a partir de las “promesas incumplidas”. Lo cierto es que año tras año se prometen obras y mejoras para la Rambla marplatense y lo único que se ha visto hasta ahora son apenas parches, con cambios de algunas baldosas o “lavadas de cara”, de un sector hoy abandonado prácticamente, pero con un potencial inmenso. Hoy Mar del Plata ve cómo se sigue degradando su histórico espacio en detrimento de otros sectores costeros que crecen de la mano especialmente del sector privado. ¿Qué ciudad turística del mundo se puede permitir quedarse de brazos cruzados ante una situación así? “Hoy la Rambla es un Fórmula 1 tirado en un garaje de campo, lleno de mugre, con sus gomas tajeadas, su pintura descascarada y su chasis partido. Pero si le ponés guita encima y además le abrís el juego a los sponsors lo ponés en pista a brillar en poco tiempo”, señalaba destacado arquitecto marplatense, contagiado por la ola Colapinto.
En la Municipalidad no pasó desapercibida la propuesta del bloque de concejales del radicalismo. El concejal Daniel Núñez, en reciente sesión, criticó al gobierno de la provincia por la desidia demostrada para arreglar la Rambla aunque convocó a “innovar y salir de la quietud”. Recordaban en el bloque que en el tratamiento de la ley de presupuesto 2023, el entonces diputado provincial Maximiliano Abad (UCR), lograba introducir una partida de mil millones de pesos para la puesta en valor de la Rambla Casino. También desde el Senado presionó Alejandro Rabinovich (PRO) para que eso sucediera. Lamentablemente, nunca se ejecutó esa partida pese a haberse avanzado en estudios, reuniones y conversaciones de las que tomaron parte incluso representantes de la fuerza política gobernante en la provincia. Volviendo a Núñez, propuso que sea la iniciativa privada la que aporte los fondos necesarios para recuperar y mejorar la Rambla. “Se puede hacer -añadió- sin crear nuevos impuestos ni nuevas tasas, con los aportes que genuinamente se generan en el municipio, como pueden ser las compensaciones”.
Para ser claros, el concejal radical sugiere que las empresas que en las últimas semanas ingresaron al Concejo una serie de expedientes para autorizar la realización de edificios en inmuebles de interés patrimonial mediante excepciones a la normativa vigente, destinen compensaciones para la concreción de obras en el espacio público. “Ya estamos haciendo estudios económicos, cotizaciones para determinar montos de obras y hasta dónde alcanzan las compensaciones porque la idea es muy buena”, respaldaron desde el Ejecutivo. En el Concejo también recibió apoyos de otras bancadas. “Cuente con este bloque”, indicó Cecilia Martínez de La Libertad Avanza, mientras que Horacio Taccone, de Acción Marplatense, también admitió que la Rambla “no puede estar así”. No obstante, con sentido común, apuntó al corazón del problema de fondo. “Creo -dijo- que el primer paso es tener una relación seria y adulta con el gobernador porque no está siendo posible que esto suceda”.
Las diferencias entre Montenegro y Kicillof cada vez se ahondan más. Arrancaron en la pandemia del coronavirus, se acentuaron con la coparticipación y fueron creciendo y escalando a lo largo de ambos periodos de gobierno. Al margen de las adhesiones a una u otra figura política, nada de beneficios puede esperarse para la ciudad de un conflicto meramente político. Marplatenses y batanenses son testigos y espectadores de una pelea donde abundan las chicanas, faltan mediadores y se privilegia el interés partidario. En contadas ocasiones se alinearon las fuerzas políticas que conducían Nación, Provincia y Municipio -como en la gestión Macri-Vidal-Arroyo- pero esa oportunidad también fue desaprovechada. Otra muestra del enfrentamiento se da ahora en relación al complejo de Punta Mogotes y, en tal sentido, la película recién comienza.
Como se sabe, días atrás el intendente Guillermo Montenegro intimó al gobernador Axel Kicillof a que acepte el pago de la deuda que la Administración Punta Mogotes (APM) mantiene con la provincia de Buenos Aires para que el complejo de 24 balnearios pase a la órbita municipal. Luego de más de 40 años, el municipio “ha decidido retomar la completa administración del sector a fin de generar la integración plena del complejo tanto al barrio como a la costa marplatense en su totalidad, mediante la planificación estratégica que asegure actividad los 12 meses”, expresó Montenegro, para añadir que de este modo se recuperará uno de los más importantes sectores costeros de playa que actualmente tiene la ciudad, en la cual miles de vecinos y turistas realizan actividades recreativas y de esparcimiento.
Como se consignara en esta misma columna, el conflicto tiene destino judicial y todo parece indicar que será finalmente la Corte bonaerense -¿en uno, dos, tres años?- la que dará el veredicto final. Por lo pronto, se espera la réplica del gobierno bonaerense ante el reclamo de Montenegro, quien asegura que abonando la deuda de 14 millones de pesos puede lograr el traspaso. ¿Qué aducirá la provincia? Lo medular lo publicó el domingo este diario en la columna del periodista Ramiro Melucci. En La Plata creen que nada podría suceder, en el mejor de los casos, hasta agosto de 2026, revelando que para el municipio la cifra a desembolsar llegaría a los 500 millones de pesos, y no los apenas 14 que se mencionan en el despacho principal de la comuna.
Del desglose del monto esbozado por la administración bonaerense surgen algunas “perlitas”. Por ejemplo, se indicó que la Administración de Punta Mogotes tiene una deuda con ARBA de 140 millones de pesos. Traducción: la provincia le debe a la provincia 140 millones de pesos. Justamente por esa deuda, y al no haber sido avisados los organismos correspondientes que los administradores de Mogotes son otros hace casi cuatro años, fueron inhibidas personas que dejaron el cargo hace años -entre ellos tres administradores anteriores- con las lógicas consecuencias que ello acarrea. A eso hay que sumarle, dicen, unos 300 millones de pesos de indemnizaciones a los trabajadores. La puja, en tanto, se da en coincidencia con el vencimiento de las concesiones y el inminente llamado a licitación para los próximos años. El futuro inmediato no parece alentador.
De nada servirán las ideas, proyectos y mejoras ideadas para el Complejo de Punta Mogotes -surjan del municipio o desde la provincia- en los próximos meses con un conflicto judicializado. Y será tiempo perdido. La explicación es más que sencilla. En caso de que la provincia decida avanzar con el proceso licitatorio que se avecina, el municipio se presentará ante la justicia y pedirá detenerlo. “Nosotros estamos pidiendo que nos devuelvan el complejo que nos pertenece por lo que estas licitaciones carecen de sustento”, dirán, palabras más, palabras menos, los asesores letrados de la comuna. Con tiempos judiciales por todos conocidos, se irá dilatando la toma de decisiones, las inversiones se paralizarán y los planes, iniciativas e ideas quedarán guardadas en los cajones a la espera del fin del conflicto. Valioso tiempo que se perderá ante la imposibilidad de arribar a una solución consensuada. Y sin chicanas políticas.
En materia turística, y con la temporada a la vuelta de la esquina, hubo noticias preocupantes y otras alentadoras que equipararon la balanza. Sorprendió la decisión de Aerolíneas Argentinas de dar de baja, a partir del primero de octubre, el Corredor Atlántico que permitía unir a la ciudad de Buenos Aires con Bahía Blanca, Trelew, Comodoro Rivadavia y Río Gallegos. Pero también Aerolíneas Argentinas deja afuera ahora a Mar del Plata con un programa que es más que atractivo. A partir del 31 de octubre habrá vuelos nocturnos -para competir con las líneas aéreas low cost y los colectivos de larga distancia- con tarifas promocionales. En la franja horaria nentre las 23 y las 3, se podrá volar desde y hacia cinco destinos tales los casos de Bariloche, Iguazú, Salta, Comodoro Rivadavia y Trelew. ¿Y Mar del Plata?… Las rutas a Iguazú y Bariloche tendrán valores desde 17.560 pesos mientras que para Salta y Trelew cotizarán a 21.670 pesos (en todos los casos sin impuestos, por lo que habrá que agregar un 50% más con lo cual sigue siendo más que conveniente).
En otro aspecto, se determinó que los hospedajes en hoteles de Mar del Plata, en el primer semestre, registraron las peores estadísticas desde 2019. De acuerdo a la encuesta de Ocupación Hotelera del mismo Indec, se estableció que en el primer semestre de 2024 hubo una caída en la cantidad de pernoctaciones, viajeros hospedados y estadía promedio en la comparación interanual. Este año, en Mar del Plata, en el primer semestre hubo 2.641.611 pernoctaciones y 646.894 viajeros hospedados. Se trata de una merma del 11% y del 7,8% respectivamente en relación con el mismo período de 2023. Ante ambas situaciones -Aerolíneas y hospedajes- con panoramas negativos, desde la comuna se aferraron con uñas y dientes a lo sucedido el fin de semana con la prueba de Enduro que convocó a una multitud a la costa.
Funcionarios y concejales oficialistas, en manifestaciones públicas y a través de redes sociales, celebraron la movida. “Lo tenemos claro desde el primer día. Mar del Plata no es sólo verano, y la ciudad de los 12 meses se construye con el sector privado y propuestas que potencien el laburo de todos los marplatenses”, dijo Montenegro, al tiempo que desde el Ente de Turismo y Cultura se consignaba que más de 315 mil personas vivieron la tercera edición del Enduro de Invierno en Mar del Plata. Si bien es cierto que hubo movimiento en un fin de semana que históricamente es de los peores en la ciudad en cuanto a afluencia turística, la prueba no movió demasiado el amperímetro en la actividad hotelera. No obstante, bienvenidas sean las actividades recreativas que permiten también que los marplatenses cuenten con propuestas atractivas fuera de la temporada estival.