El artista contemporáneo argentino Martín Bonadeo creó la acción mundial “Ensayos para la Paz”, que se desarrollará el 21 de septiembre, cuando se conmemore el Día Internacional de la Paz.

Las personas de todo el mundo están invitadas a participar en esta acción poderosa y unificadora: colocar una vela sin palabras, ni logotipos, ni asociaciones políticas.

La vela encendida reemplazará el contenido de todas las pantallas, sean públicas, privadas, grandes, pequeñas y en redes sociales. Se trata de símbolo de unidad en un mundo fracturado.

“Ensayos para la Paz” trasciende el lenguaje, la política y los antecedentes culturales. La vela parpadeante encarna un anhelo universal de paz: cada llama representa un alma que busca la tranquilidad y se eleva como una oración por la solidaridad mundial.

Ensayos para la Paz está apoyada por Pathways to Peace (PTP), una organización pionera en la meditación por la paz a nivel mundial con un legado de 40 años, que además propuso el establecimiento del Día Internacional de la Paz ante las Naciones Unidas.

Este año, en su aniversario número 40, Pathways to Peace decidió que la vela de “Ensayos para la Paz” sea el símbolo visual que acompañe el Peace Wave (Ola de Paz, en español), una meditación en silencio de escala global.

Las personas interesadas podrán ser parte de este evento histórico, a través de cambiar la pantalla del teléfono, tableta o televisor por el video de la vela encendida.

También se puede seguir en la red Instagram la cuenta @ensayosparalapaz y compartir la participación usando el hashtag #EnsayosParaLaPaz. Lo mismo pueden hacer las empresas u organizaciones de la sociedad civil.

El visionario detrás de “Ensayos para la Paz” es el artista argentino Martín Bonadeo, cuyo trabajo pionero explora la intersección entre arte, ciencia y simbolismo. El concepto de Bonadeo de una vela proyectada como símbolo de unidad se originó en 2004 en el Yerba Buena Center for the Arts de San Francisco.

Desde entonces, ha expandido esta poderosa imagen a múltiples ubicaciones en todo el mundo, culminando en la monumental instalación de 2021 en el icónico Obelisco de Buenos Aires, donde 19 pantallas mostraron simultáneamente la vela encendida durante cinco noches. Esta evolución subraya el creciente impacto del proyecto y su potencial para resonar como una unión en la diversidad a escala global.