Por Juan Miguel Alvarez

Kimberley logró su mejor triunfo del campeonato. Por la jerarquía del rival, el desarrollo del partido y el valor que tuvo. El equipo marplatense se impuso 3-2 a Olimpo de Bahía Blanca en un verdadero partidazo en el “José Alberto Valle” y tiene razones para ilusionarse con el pase a semifinales por un ascenso en el Torneo Federal de fútbol.

El espectáculo pagó la entrada con creces. Tuvo mucho ritmo, equipos que buscaron ser protagonistas, jugadores que se entregaron al máximo, individualidades en alto nivel y goles para el aplauso. Para Kimberley, estar a la altura ya fue meritorio. Y ganar, de este modo, resultó una satisfacción mayúscula.

Las emociones llegaron enseguida. En una segunda jugada de un tiro de esquina, Rinaldi remató con mucha potencia, la pelota sacudió las manos del arquero García y terminó en la cabeza de Iehara, quien impactó a la red.

Olimpo respondió con una linda jugada colectiva: pase al espacio de Diego Ramírez para la diagonal hacia afuera de Larrea, cuyo preciso centro fue conectado de cabeza y a la carrera por Affranchino. Uno a uno en cinco minutos.

El arranque, hermoso, tuvo continuidad en el juego. La agresividad de ambos para recuperar no cesó. En la visita Larrea fue muy peligroso con sus arranques al límite con la última línea. Asistido por el “9”, Paredes definió mal un mano a mano.

Kimberley tuvo juego por adentro (otro muy buen partido de Goiburu), pero no desequilibró tanto con los extremos: Matías Gómez no estuvo “metido” como el resto.

Pero el local encontró la ventaja con un golazo de pizarrón. El tiro libre desde la línea de fondo de Gómez fue hacia afuera del área, Sosa amortiguó la pelota y Roselli metió un derechazo bárbaro.

En el segundo tiempo, “el Sapo” marcó el ritmo con sacrificio e inteligencia, Pereyra apareció más para darle descanso al equipo con sus gambetas y la defensa salió a tiempo para generar el off-side. Pero Larrea no sólo jugó bien con el espacio, también lo hizo con la pelota. Pasado el cuarto de hora le ganó a Bacigalupe y tocó al centro para Coacci, quien ajustó su remate contra un palo.

Desde entonces, hubo equilibrio de fuerzas. Kimberley perdió a su relojito, Roselli -de notable desgaste y al límite después de la amarilla- y Ullúa no le dio su habitual energía de tres cuartos de cancha para adelante. Atrás, Loscalzo ganó siempre, Rinaldi tuvo un cruce salvador y Bacigalupe mostró mayor presencia.

El 2-2 parecía inamovible. Pero a los 35′ Iehara recibió de espaldas a 25 metros, se dio vuelta desde posición frontal y sacó un remate no tan potente pero que hizo la curva hacia abajo y entró contra un palo.

Después, el equipo de Mariano Mignini defendió con fiereza. Olimpo tuvo una chance más en los pies de Osinaga, quien en posición de “9” resolvió desviado.

Así, llegó el final y desahogo. Los abrazos y cánticos. La confirmación de un equipo recién ascendido que pelea contra los mejores en la categoría. Y, por qué no, que sueña con algo todavía más grande. Es una empresa muy difícil, pero lo separan apenas tres partidos de las semifinales.

Síntesis

Kimberley 3

Báez (5); Loscalzo (7), Rinaldi (7), Bacigapule (6) y Hernán Sosa (5); Goiburu (7), Roselli (8) e Iriarte (5); Áxel Pereyra (6), Iehara (8) y Matías Gómez (5). DT: Mariano Mignini.

Olimpo 2

Martín García (4); Agustín Paredes (5), Fleita (5), Osinaga (5) y Gastón Vega (5); Affranchino (6), Emmanuel García (5), Diego Ramírez (5) y Coacci (6); Rodrigo Acosta (4) y Leandro Larrea (8). DT: Pedro Llorens.

Goles: primer tiempo, 3′ Iehara, 5′ Affranchino y 38′ Roselli; segundo tiempo, 16′ Coacci y 35′ Iehara.
Cambios: segundo tiempo, 9′ Sebastián Fernández (5) por E. García y Espejo (5) por Ramírez, 20′ Agustín Vázquez por Roselli y Ullúa por M. Gómez, 24′ Di Buo por Vega, 30′ Araujo por Coacci, Segovia por Affranchino y Collazo por Pereyra y 41′ Facundo Rojas por Goiburu y Zárate por Iehara.
Cancha: estadio José Alberto Valle (buena).
Árbitro: Nahuel Viñas (6).