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Policiales 13 de agosto de 2024

Juicio por el caso Vieytes: la testigo clave reiteró que antes del hecho cambió su teléfono por droga

La mujer que en su momento había sido acusada de formar parte de la banda que emboscó, asaltó y mató al trabajador municipal en octubre de 2020 reiteró la versión que había dado durante la pesquisa.

Con la declaración de una trabajadora sexual que en su momento había sido acusada de ser parte de la emboscada y luego quedó sobreseída, se inició ayer el juicio oral por el crimen de Nicolás Vieytes, ocurrido en octubre de 2020 en el barrio La Herradura.

La mujer ratificó su versión del hecho, la misma que había dado después de ser detenida como sospechosa. Según contó, días antes de que se produjera el asesinato del hombre de 31 años que era camionero del Emsur, ella se encontraba con un adolescente amigo suyo y como no tenían dinero para comprar droga le propuso que llevara su teléfono celular, un Samsung A 10 a lo del “transa”. Mencionó que la idea era intercambiarlo por cocaína.
En ese sentido, explicó que el menor efectivamente le entregó el artefacto a un hombre y volvió con droga para consumir con ella, que era amiga de su novia.

Para el fiscal Leandro Arévalo, el “transa” era Hernán Ezequiel Cajal (36), quien es uno de los acusados en el juicio, junto a Sergio “El Gordo” Contreras (28) y otras dos personas cuyas identidades se mantienen en reserva porque eran menores al momento del crimen.

Según la hipótesis del investigador, los cuatro imputados emboscaron a Vieytes tras enviarle un mensaje desde el teléfono de la mujer -que lo tenía agendado- y pactar un encuentro con él haciéndose pasar por ella. El objetivo era robarle, pero durante el asalto acabaron matándolo.

Durante la audiencia de ayer, en ese mismo sentido, también declaró como testigo el hermano de la víctima, que manifestó que Vieytes era un trabajador y que ninguno de sus familiares tenía conocimiento de que él conociera a alguien del barrio La Herradura.

Durante la jornada de este miércoles continuará la presentación de testigos y prueba, y sobre el final de esta semana y el comienzo de la próxima se llevaría a cabo la etapa de alegatos.

Vale recordar que el juicio se realiza frente a un tribunal especialmente formado para esta ocasión, debido a que se trata de un caso “mixto” en el que hay involucrados dos hombres mayores y dos personas que al momento del hecho eran menores. Por ende, el cuerpo de magistrados lo integran un juez de mayores, Néstor Conti, una jueza de menores, Mariana Gulminelli, y por último su par del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de Bahía Blanca, Natalia Giombi. También interviene, debido al mismo contexto, la fiscal Mariana Baqueiro.

El crimen de Vieytes se produjo el 28 de octubre de 2020 a la noche en Francisco Sartora al 1800, como una fatal consecuencia del supuesto plan que de acuerdo a la hipótesis del fiscal Arévalo tenían cuatro delincuentes para robarle al cliente de la trabajadora sexual.

Con ese teléfono celular que pertenecía a la mujer, consumidora de drogas, en manos de Hernán Cajal, éste habría planificado junto a su amigo Sergio “El Gordo” Contreras el asalto. En la agenda del artefacto había “muchos” contactos, clientes de su antigua dueña.

Para concretar este robo, Cajal y Contreras llamaron al adolescente que les había intercambiado el teléfono por droga y a su novia. Por azar se detuvieron en el nombre Nicolás Vieytes y la adolescente que estaba en el grupo se hizo pasar por la dueña del teléfono para mandarle audios, concretar una cita y convencerlo que fuera hasta el barrio La Herradura.

“Sin embargo la convocatoria, ocultaba la siniestra e inequívoca finalidad de robarle”, consideró el fiscal.
De esta manera, el 28 de octubre de 2020, en plena pandemia del Covid-19, Vieytes fue en su automóvil marca Volkswagen Gol hasta la esquina acordada en Sartore al 1800. Al llegar fue sorprendido por tres hombres, según la investigación Cajal, Contreras y el adolescente, quienes lo abordaron, le quitaron la billetera y, antes la resistencia, uno de los atacantes disparó y lo baleó en la cabeza.

Vieytes había intentado darse a la fuga, pero el disparo que recibió en la cabeza lo hizo perder el control del auto y chocó contra una columna de alumbrado, a la altura el numeral 1890 de Sartore. Ante esta situación, los atacantes huyeron y Vieytes falleció momentos mas tarde, por dilaceración cerebral secundaria a herida de proyectil de arma de fuego en la cabeza.