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Policiales 12 de agosto de 2024

Comienza el juicio por el crimen de Nicolás Vieytes, asesinado en un robo en La Herradura

El debate se realizará desde este martes en el Tribunal de Menores N° 1 y tiene como imputados a Hernán Cajal, Sergio Contreras y a dos jóvenes -un varón y una mujer- que eran menores al momento de los hechos.

El teléfono de una prostituta cambiado por cocaína y el engaño para un encuentro sexual en el barrio La Herradura fueron el escenario del asesinato de Nicolás Vieytes, cuyo crimen encierra una violenta historia de drogas, delito y vulnerabilidad en la periferia de la ciudad.L

Los dos principales sospechosos son  Hernán Ezequiel Cajal (36) y Sergio “El Gordo” Contreras (28), quienes están imputados por “homicidio en ocasión de robo agravado por el empleo de arma de fuego y por la intervención de menores de edad en el evento“.

Además, también se encuentran imputados dos jóvenes, un hombre y una mujer, que eran menores de edad al momento del crimen y cuyos datos no se pueden publicar por orden de la Justicia.

Al haber menores involucrados, el juicio, que comenzará el 13 de agosto, se realizará en el Tribunal de Menores N° 1 y contará con el fiscal Leandro Arévalo, a cargo de la acusación de Cajal y Contreras, y con la participación de la fiscal Mariana Baqueiro, que representará al Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil para acusar a los dos imputados que eran menores.


El crimen


El asesinato de Nicolás Vieytes ocurrió el 28 de octubre a la noche en Francisco Sartora al 1800, como una fatal consecuencia de un plan para robarle al cliente de una trabajadora sexual.

Días atrás del asesinato de Vieytes, una mujer que ejercía la prostitución en el barrio La Herradura estaba con un amigo, un adolescente, y como no tenían dinero para comprar droga le dijo al menor que llevara su celular, un Samsung A 10 a lo del “transa” para conseguir cocaína.

El adolescente le entregó el celular a un hombre, que sería Hernán Cajal, y volvió con droga para seguir consumiendo con esta mujer, que era amiga de su novia, al igual que él, menor de edad.

Con ese celular que llegó a sus manos de Hernán Cajal planificó con su amigo Sergio “El Gordo” Contreras un robo, ya que en la agenda de teléfonos había “muchos” contactos, clientes de la antigua dueña. Para concretar este robo, Cajal y Contreras llamaron al adolescente que les había intercambiado el teléfono por droga y a su novia.

Por azar se detuvieron en el nombre Nicolás Vieytes y la adolescente que estaba en el grupo se hizo pasar por la dueña del teléfono para mandarle audios, concretar una cita y convencerlo que fuera hasta el barrio La Herradura. “Sin embargo la convocatoria, ocultaba la siniestra e inequívoca finalidad de robarle”, consideró el fiscal.

De esta manera, el 28 de octubre Vieytes fue en su Volkswagen Gol hasta la esquina acordada en Sartore al 1800. Al llegar fue sorprendido por tres hombres, según la investigación Cajal, Contreras y el adolescente, quienes lo abordaron, le quitaron la billetera y, antes la resistencia, uno de los atacantes disparó y lo baleó en la cabeza.

Vieytes había intentado darse a la fuga, pero el disparo que recibió en la cabeza lo hizo perder el control del auto y chocó contra una columna de alumbrado, a la altura el numeral 1890 de Sartore. Ante esta situación, los atacantes huyeron y Vieytes falleció momentos mas tarde, por dilaceración cerebral secundaria a herida de proyectil de arma de fuego en la cabeza.


Silencios y amenazas


Un pacto de silencio envolvió por meses la muerte de Vieytes. En el barrio La Herradura nadie se animaba a hablar ni señalar a Cajal, un apellido vinculado a la venta de drogas. “Los Cajal mandan en el barrio”, llegaron a explicar testigos de la causa.

Por su parte, la pareja de adolescentes vinculada al hecho tampoco emitió testimonios. El joven, dijo, estaba amenazado y no podía hablar. La chica, por su parte, apareció un día golpeada y se negó a aportar información.

Tanto Cajal como Contreras son dos hombres conocidos en el submundo de delitos de Mar del Plata, ambos cuentan con antecedentes, aunque ninguno tan grave como el homicidio de Vieytes.

Hernán Cajal estuvo prófugo casi cuatro meses, hasta que el 23 de febrero de 2021 fue atrapado durante un allanamiento solicitado por el fiscal Leandro Arévalo y en el cual el personal de DDI Mar del Plata lo sorprendió mientras dormía en su vivienda cercana al lugar del hecho en el barrio La Herradura.

Por su parte, Contreras se mantuvo oculto más tiempo y permaneció prófugo durante 8 meses, hasta que fue  detenido el 10 de junio de 2021 por la DDI en un operativo en la zona de Valle Hermoso. Los efectivos de la DDI tenían el dato de que el sospechoso rondaba ese sitio y, luego de distintas averiguaciones, lograron establecer su paradero concreto y así pudieron atraparlo.

La detención de Contreras fue prácticamente en paralelo al pedido de elevación a juicio que había presentado el fiscal Arévalo contra Cajal. Días después, también solicitó el juicio contra Contreras y sumarlo al mismo debate.