La ventaja de contar con testosterona
Es la principal hormona sexual masculina. Fue recientemente protagonista de los Juegos Olímpicos. Sus efectos.
La argelina Imane Khelif desató una polémica durante los Juegos Olímpicos.
Por Dr. Alejandro Urresti (MP. 92.995)
Durante los JJOO de París se vivieron situaciones donde “la mejor amiga del hombre”, también conocida como “el combustible del varón”: la testosterona, fue protagonista.
Se trata de la principal hormona sexual masculina, sus funciones son múltiples y a pesar de que también es producida por los ovarios, se encuentra claramente identificada con el varón, con la virilidad, con la potencia sexual, con la fuerza y también en algunos casos, con la violencia.
La hormona en cuestión es fundamental en el deseo y la consumación sexual pero no se queda allí. Debido a la multiplicidad de órganos donde actúa, favorece la formación de hueso, músculo, glóbulos rojos y es fundamental para el desarrollo y producción de espermatozoides y jugos prostáticos.
Sus múltiples efectos sobre la piel generan los “caracteres sexuales secundarios” característicos del varón como el desarrollo de barba, vello corporal y una distribución particular del vello pubiano.
Algunos efectos no son tan agradables como la calvicie androgénica, el acné, etc. que, incluso, son combatidos. El desarrollo testicular (incluido su descenso a la bolsa escrotal) el tamaño del pene, el ensanchamiento de la laringe que da como resultado un característico tono grave a la voz, también es responsabilidad de la testosterona.
Las conductas agresivas han sido durante mucho tiempo analizadas desde el nivel de testosterona en sangre de los delincuentes y violadores. Si bien todavía no se ha emitido la palabra final en este tema, el consenso general de los científicos explica que la agresividad como fuerza potencial, frecuentemente va acompañada de niveles altos de testosterona en sangre, sin embargo, consumar conductas agresivas, es el resultado de muchos otros factores que intervienen en cada situación y en cada individuo y que tienen que ver con la voluntad más que con el mandato hormonal. Haber comprendido la diferencia entre agresividad y conducta agresiva ha echado luz sobre esta cuestión.
La agresividad también puede analizarse desde un punto de vista más optimista o menos negativo, como por ejemplo podría favorecer un mejor desempeño deportivo. Otros factores mentales incluyen mayor capacidad de concentración, mejor estado de ánimo y memoria, siendo necesaria para el desarrollo cognitivo y su conservación con el paso de los años.
¿Por qué tiene ventaja deportiva quien tiene más testosterona?
Los efectos sobre el desarrollo muscular, óseo y agresividad expresados previamente explican por qué la suplementación tanto testosterona como derivados, llamados esteroides anabólicos, son considerados “dopaje” por los comités deportivos.
Simplemente queda claro que sus efectos determinan mayor masa y fuerza muscular, menor tiempo de recuperación para las lesiones y menor necesidad de descanso, lo que influye positivamente en el desempeño deportivo.
Otra discusión es qué pasa con personas transgénero o personas genéticamente mujeres, pero con altos niveles de testosterona por diferentes circunstancias médicas. En este sentido la respuesta también es clara: quien más testosterona tiene, más ventajas obtiene.
La discusión actual está centrada en determinar si estas personas deben competir en las categorías correspondientes a su sexo biológico o, como parece más lógico, si se debe adaptar la legislación deportiva de alguna manera, en pos de incluirlas sin generar una injusta ventaja.
(*) Urresti es médico urólogo, educador y terapeuta sexual. Es Jefe del Sector Medicina Sexual Masculina. Hospital Privado de Comunidad de Mar del Plata, Argentina.