Por Marcelo Solari

Luego de diez años en el cargo, el profesor Daniel Larreina le dejó su lugar por un período a Hugo Santalla. Pero regresa recargado para un nuevo mandato de dos años al frente de la Federación Atlántica de Tenis (FAT). En entrevista exclusiva con LA CAPITAL, quien es el responsable de la Escuela de Tenis del Club Náutico Mar del Plata, nada menos, explica que se viene una nueva FAT, con cambio de imagen, más presencia en las redes y mejor comunicación, y que se implementará una nueva modalidad de trabajo. Entre otras cuestiones, también, adelantó que se solicitará fecha para un ITF (Future) M15 en 2025 y fijó su opinión sobre las consideraciones sobre el éxito.

-¿Cuáles van a ser las características salientes de este nuevo período?
-En esta nueva etapa, el objetivo es trabajar mucho en equipo. Que las subcomisiones realmente se ocupen específicamente de sus áreas: menores, adultos, interclubes, comunicación. Que se dediquen sobre todo a sus respectivas responsabilidades. Ya están bastante conformadas y habrá que definir la mecánica de trabajo a implementar.

-Se suma como subcomisión el beach tennis. ¿Hay otros deportes derivados también?
-No, sólo el beach tennis, porque es una línea que baja de la Federación Internacional (FIT) y de la Asociación Argentina (AAT).

-Seguramente el Interclubes tendrá un lugar preponderante…
-El Interclubes es sagrado. Hay que defenderlo a morir porque es de los mejores del país. Es muy difícil encontrar uno similar en otros lugares, salvo en Buenos Aires y Rosario. Después venimos nosotros, en cantidad de equipos, en repercusión, en interés por jugarlo.

-¿El principal problema es lograr categorizar correctamente a los jugadores?
-Algo muy importante es que vamos a categorizar a los jugadores antes de iniciarse el Interclubes. Sus propios clubes lo van a hacer. Sabemos que es difícil, pero lo vamos a ir acomodando. Es uno de los objetivos que tenemos para la jerarquización del deporte. Apuntamos a darle lo mejor que se pueda a los amateurs del tenis, que son muchos. Por un lado, los menores, tenemos varios y muy buenos federados, y le vamos a dar mucha importancia al aspecto formativo. Tenemos pensado un Circuito de transición, encuentros entre escuelas de tenis y también intentaremos reflotar el Interclubes de menores, dado el éxito que tiene el de mayores. El tenis es un deporte muy individual y entonces, cuando llega el momento de la competencia por equipos, se disfruta de una manera muy especial. Los chicos que van a jugar a Estados Unidos viven esa experiencia y la pasan realmente muy bien.

-Vendría a ser como una especie de nuestra Copa Davis a nivel regional…
-Sin dudas. Es jugar singles o dobles para el equipo, por la camiseta.

-Desde hace bastante tiempo la demanda de existencia de un ranking oficial no termina de concretarse. ¿Es tan difícil confeccionarlo?
-La verdad, fácil no es. Pero estamos en eso. Hace unos años atrás, en la ciudad había torneos en forma aislada en diferentes clubes. Logramos ir armando un Circuito que, si bien todavía tiene muchas cosas por mejorar, todos los años se le van sumando cuestiones positivas. Nuestra idea es que cada torneo que se juegue en Mar del Plata, forme parte del Circuito de la FAT y entregue puntos para un ranking. Ya desde el año pasado, la gente se puede inscribir a los torneos a través de un software. Y para el año que viene vamos a implementar un software más moderno, desarrollado por gente de Mar del Plata. Todo eso significa ir avanzando con la tecnología, y ese mismo software también nos va a permitir confeccionar el ranking. Todavía no es algo real, pero trabajamos en eso. Aún nos cuesta mucho que cada jugador tenga la categoría que le corresponde.

-¿Cuántos clubes están afiliados en la actualidad a la FAT?
-Somos pocos. Pinamar y Villa Gesell ya no pertenecen a la Federación. De afuera tenemos a Sportivo y Campo de Pato, ambos de Balcarce, Náutico de Necochea y ATC de Miramar. Y de la ciudad, Once Unidos, Universitario, Banco Provincia, Club Náutico, Teléfonos, Los Almendros, Edison Lawn Tenis. Estamos reformando el estatuto para que los clubes privados puedan participar como socios adherentes o algo así. No llegamos a 15 clubes. Y hay que tener en cuenta que ya no están ni Kimberley ni Quilmes.

-¿Se puede jugar el Interclubes sin estar afiliado?
-En realidad debería ser necesario estar afiliado. Pero como nuestra intención es incluir a todos los clubes, hay algunos que no lo están e igualmente presentan equipos en el Interclubes. Estamos ordenando ese tema. Los queremos ayudar y apoyar, promocionando las actividades y las escuelas de tenis de cada club a través de las redes sociales de la FAT, que tendrá una nueva forma de comunicar y que todos estén incluidos. En lo posible, que no haya clubes por afuera de la FAT.

-Durante una buena cantidad de años, Tandil fue la referencia como cantera de tenistas exitosos, hasta que esa capacidad para generar talentos se fue disipando. ¿Mar del Plata ha tomado un poco la posta en ese sentido?
-Es una cuestión muy amplia y muy interesante a la vez. Puedo afirmar convencido que no se trata sólo de (Horacio) Zeballos, (Francisco) Comesaña, (Solana) Sierra o (Fernando) Cavallo. A veces, el éxito se mide sólo por el resultado en un circuito profesional, en este caso, ATP o WTA. Zeballos tuvo una buena carrera en singles, después se enfocó en el dobles y le fue todavía mucho mejor; Comesaña ahora se metió en el Top 100. Pero ellos mismos atravesaron sus pasos iniciales, y seguramente se habrán sentido muy bien cuando sumaron sus primeros puntos para el ranking mundial. Entonces, no se sabe bien en qué momento se considera que un tenista alcanzó el éxito. Personalmente, creo que hay un montón de éxitos diferentes en el desarrollo del pibe/a. Por ejemplo, en Junior hemos tenido muchos campeones nacionales, sobre todo de Sub 14 y de Sub 16. Tenemos muchos en Mar del Plata, de todas las escuelas, que gracias al tenis recibieron becas para ir a estudiar a Estados Unidos. Algunos se dedicaron a otra cosa, lo cual pudieron lograr a través del tenis, y otros, aunque no siguieron jugando, son muy buenos entrenadores. En Estados Unidos y hasta en Europa.

-Entonces, ¿el éxito se puede medir con diferentes parámetros?
-Yo, como formador, considero que se logró cierto éxito con el alumno cuando éste siguió con el tenis, cuando no abandonó. Y, de alguna manera, continuó su vida con el tenis. Sea como profesional o por otro lado, pero el tenis le proporcionó una herramienta de vida. Doy algunos ejemplos con muy buenos juniors que tuvimos a nivel internacional, como Juan Pablo Grassi Mazzuchi o Fernando Cavallo. ¿Quién les quita a esos chicos, haber jugado torneos de Grand Slam junior a los 18 años?. En el caso del primero, obtuvo una beca completa en una buena universidad de Estados Unidos. Y Cavallo está intentando meterse en el circuito. Por suerte hay muchos casos y de todas las escuelas de la ciudad: Joaquín Benoit, Paula Barañano, Fermín Calvo, son varios. Lo más importante de todo esto es que creemos que se merece, el tenis marplatense de formación, las escuelas, una cierta categoría de exitosas a partir de tener una gran cantidad de chicos ubicados en diferentes caminos gracias al tenis.

-¿Lo más difícil es abrirse paso a través del circuito internacional?
-Los ejemplos de Zeballos, Comesaña y también Sierra son el fruto de muchos años de sembrar. Y, lógicamente, son los menos. Primero, hay que tomar la decisión. Segundo, aguantar todo ese camino que no es para nada sencillo y hay que pasarlo. Zeballos lo coronó con el número uno del mundo en dobles. Veremos hasta dónde pueden llegar Comesaña y Sierra.

-¿Cómo tomaron las declaraciones de, nada menos que Novak Djokovic, sobre que el tenis corre peligro de perder terreno ante el pádel y el pickleball?
-Lo advirtió Djokovic y yo hace rato que lo vengo afirmando. Hay mucha gente que ama el pádel, pero también hay mucha gente que ama el tenis y le gusta jugar. No se puede desviar la atención, porque de lo contrario, esa gente se irá al pádel. En Argentina, el pickleball todavía no tiene gran desarrollo, pero sí en otros países como Estados Unidos. Para mantener a la gente en el tenis, los torneos tienen que ser cada vez mejores, los premios tienen que ser cada vez mejores y la organización tiene que ser más que buena.

-Entre las subcomisiones, mencionaste a la comunicación. ¿Cuáles son los cambios más trascendentes en esa área?
-Realmente son significativos. Para nosotros, es un tema clave. Que la gente que juega los torneos, que participa, se pueda ver reflejada en nuestras redes sociales y esté informada de cuándo y dónde se juega. Es un camino de hormigas. Conseguimos un diseñador, todo en función de levantar la imagen del tenis en general. Porque también queremos hacer hincapié en promocionar los beneficios de jugar al tenis, que son muchos, comparados con los demás deportes de raqueta-paleta. La contra es que es el más difícil de todos. También aspiramos a poder conformar un registro de los clubes, su director de tenis y los profesores que hay en la ciudad y la zona. Así, más adelante podríamos empezar a realizar capacitaciones, siempre tan necesarias.

-¿Hay intenciones de organizar un ITF Future masculino?
-Sí, esa idea está muy firme y encaminada. Será para el año que viene, como parte de los festejos por el centenario del Club Náutico. Resta definir la fecha, podría ser en abril de 2025, pero todavía no está confirmado. Y otra cosa nueva, es que pensamos arrancar con un circuito de primera categoría como había en otra época. Empezará a nivel local y después iremos sumando gente de otros lados. Es como una red de cosas que van surgiendo e intentamos darle forma.

-Con tantas cosas por delante, parece que dos años en la presidencia no te van a alcanzar…
-Serán cuatro, entonces. Si las subcomisiones funcionan, yo tengo más energía para ocuparme. Delegar tareas es fundamental para no tener que ocuparse de todo.