Cambios en el financiamiento del INCAA: no hay subsidio para “películas sin espectadores”
Según datos oficiales, en 2023 se subsidió más de 100 films que reunieron menos de 1.000 espectadores. Las producciones que aspiren a un subsidio deberán conseguir financiamiento propio por, al menos, el 50% de su proyecto.
El gobierno del presidente Javier Milei anunció que “no subsidiará más películas sin espectadores”, en el marco de un ajuste en Cultura y la reestructuración del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).
Según datos oficiales, las cifras de 2023 reflejan que el INCAA subsidió más de 100 films que reunieron menos de 1.000 espectadores.
En particular, se brindó respaldo a 12 películas que captaron a menos de 100 espectadores; hubo una que logró vender solo cuatro entradas y otra apenas cinco. Estas 100 obras representaron casi el 50 por ciento de los 236 proyectos financiados en 2023.
Durante el año 2023 el INCAA ha financiado más de 100 películas que tuvieron menos de 1.000 espectadores: hubo 12 películas que tuvieron menos de 100 espectadores, una que tuvo 5 espectadores y otra que solo la vieron 4 personas.
Se ha decidido terminar con este delirio.
Fin.
— Manuel Adorni (@madorni) August 3, 2024
Por ese motivo, se decidió modificar el proceso de asignación de subsidios buscando maximizar el beneficio para contribuyentes y espectadores.
A través del decreto 662/24, se dispusieron una serie de modificaciones en la distribución de subsidios para promover el cine argentino y, a la vez, “cuidar” y fiscalizar los gastos del Estado en esta industria.
Esta medida es el resultado de un trabajo conjunto entre la Secretaría de Cultura conducida por Leandro Cifelli, el INCAA liderado por Carlos Pirovano, y el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, a cargo de Federico Sturzenegger.
A partir del decreto, las producciones que aspiren a un subsidio deberán conseguir financiamiento propio por, al menos, el 50% de su proyecto.
A su vez, para que los proyectos lleguen de manera amplia a los participantes del sector -y no a unos pocos que logran obtener apoyo estatal cada año- se determinó un tope máximo al financiamiento de cada producción.