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La Ciudad 15 de julio de 2024

La recaudación municipal sigue en caída libre y hay preocupación

En el primer semestre, la cobrabilidad cayó 3 puntos. Los principales ingresos se mantienen en valores constantes desde marzo a pesar del avance de la inflación. El gobierno apunta a la “inteligencia fiscal” para mejorar los números.

La Municipalidad de General Pueyrredon.

La crisis económica que atraviesa Argentina tiene su impacto en General Pueyrredon, donde la cobrabilidad de las tasas municipales sigue en caída libre tras el primer semestre y la percepción de los principales ingresos se mantiene en valores constantes a pesar de la inflación de los últimos meses.

Las tasas son el principal ítem recaudatorio para la comuna: con $76.300 millones pautados, representan cerca del 40% de la proyección de recursos para este ejercicio, que asciende a $199.500 millones, de acuerdo al Presupuesto 2024.

En este esquema, la Tasa por Servicios Urbanos (TSU) y la Tasa por Inspección en Seguridad e Higiene (TISH) son los ingresos no tributarios más importantes.

La TSU es crucial para el sostenimiento de los servicios municipales. Lo que abonan los vecinos se utiliza para tareas como barrido, limpieza, recolección de residuos y conservación de la vía pública, entre otros aspectos.

En diálogo con LA CAPITAL, Mauro Martinelli, secretario de Legal, Técnica y Hacienda de la comuna, reveló que el tributo cerró el primer semestre con un promedio de cobrabilidad del 51,5%, unos 3 puntos porcentuales por debajo que el mismo periodo del año pasado. Con un 52,3%, junio también se ubicó a la baja en la comparación interanual.

La TISH, por su parte, se paga por los servicios de inspección destinados a preservar la seguridad, salubridad e higiene en comercios, industrias y servicios. Y su cobro está afectado por el nivel de actividad, lo que resintió las arcas locales.

Los últimos datos actualizados del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) sobre la situación nacional reafirman el panorama. En el primer cuatrimestre, la actividad económica acumuló una caída de 4,2% respecto al mismo tramo de 2023.

Martinelli informó que la TISH tuvo una cobrabilidad a la baja en el primer semestre. Pero destacó incluso algo más preocupante: si se toma la evolución de la recaudación de este tributo y la inflación entre el primer semestre de 2023 y el de este año, hay una caída de 15 puntos en términos reales en los ingresos.

Al hacer el mismo análisis con la coparticipación provincial -también vinculada al nivel de actividad-, la merma es de 10 puntos.

A ello se sumó la decisión del intendente Guillermo Montenegro de actualizar la TSU por debajo de la inflación para “reducir” la presión impositiva en los vecinos.

Tras un alza de precios acumulada de 211% en 2023, el municipio dispuso una suba inicial de 120% en el tributo en enero. Luego, en marzo, la TSU subió otro 20,6%, en mayo y junio no hubo incremento, y este mes se autorizó una nueva actualización (12,73%).

Otro dato alarmante muestra las dificultades económicas de la comuna en 2024. Si se considera la evolución de los principales ingresos (TSU, TISH y coparticipación provincial) desde marzo hasta junio inclusive, se recaudó lo mismo en términos nominales, a pesar del avance de la inflación.

Es decir, mientras el IPC (Índice de Precios al Consumidor) fue 11% en marzo, 8,8% en abril, 4,2% en mayo y 4,6% en junio, la recaudación municipal en todos esos meses se mantuvo en valores constantes.
“La plata que recibimos es la misma y eso es preocupante”, reconoció Martinelli.

Inteligencia fiscal

De cara al segundo semestre, si bien reina la incertidumbre, el Ejecutivo busca, en primer lugar, mejorar el estado de las arcas con una moratoria. El programa de regularización fiscal vencía el 30 de junio, pero se extendió hasta el 31 de julio para el acogimiento a la modalidad de pago contado y hasta el 31 de agosto para abonar en cuotas.

La medida se autorizó por pedido del sector comercial, “considerando el inicio del receso invernal, la afluencia de turismo y el consecuente incremento de la actividad económica que en general se verifica en la ciudad durante esta época”, argumentó la gestión local.

Más allá de que permita o no robustecer los ingresos, la intención del Ejecutivo no es volver a prorrogar la moratoria, sino avanzar luego en otras iniciativas para que repunte la cobrabilidad en la segunda mitad del año.

“El objetivo en el segundo semestre es mejorar nuestras bases de datos. La idea es trabajar en la inteligencia fiscal, para eso estuvimos modernizando nuestros sistemas. Lo que te marca que puedas recaudar bien es la información a través de la tecnología, que es nuestro principal aliado”, anticipó Martinelli, sin mayores detalles.

Ante los números adversos que condicionan, entre otras cuestiones, la paritaria de los municipales -mañana hay una audiencia en el Ministerio de Trabajo para acercar posiciones-, el funcionario destacó el fuerte impulso a la austeridad y que las cuentas hoy “están ordenadas”.

“Viene de la mano de lo que se hizo a principios de año, de bajar los cargos políticos en un 30%. Eso no tiene incidencia inmediata, sino en el acumulado. Lo mismo que la donación de sueldo de los funcionarios políticos: 30% en el caso del intendente y 20% para el resto del gabinete”, apuntó.

En la misma línea, Martinelli aseguró que este mes se profundizará el recorte en las horas extras para llegar “a niveles similares” a los que había durante la pandemia.



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