Denuncian que “todas las empresas textiles” tienen trabajadores domiciliarios “en negro”
Desde el sindicato, creado el año pasado desde Mar del Plata, aseguran que sólo a nivel local hay "más de 4.000" costureras que se desempeñan en talleres clandestinos o en sus casas. "Cobramos una miseria por prenda" asegura la secretaria general Mónica Basterrechea.
“Todas las empresas textiles de Mar del Plata tienen trabajadores domiciliarios en negro” denunció la secretaria general del Sindicato Argentino de Trabajo a Domicilio Textil y Afines, Mónica Basterrechea. El sector, que realizará mañana una jornada nacional de difusión de derechos laborales, concientización y exigencia de trabajo registrado en la industria textil, aseguró que hay a nivel local, unas 4.000 personas “trabajando en sus domicilios o en talleres clandestinos” y “cobramos una miseria por prensa, sin ningún tipo de cobertura de obra social, ART, aporte jubilatorio”.
En ese contexto, con base en Mar del Plata se fundó el año pasado el sindicato, que tiene por objetivo principal difundir y lograr que se respete la ley 12.713 -sancionada en 1941 y reglamentada en 1955- que regula las condiciones en que se debe desempeñar el trabajo domiciliario en el rubro textil y afines.
“La jornada comenzará a las 10 en Tucumán y J. B. Justo desde donde repartirán volantes con información sobre la precaria situación del sector y recorrerán las empresas con el mismo fin.
“La situación es conocida, pero nadie habla del tema. Todos tenemos un conocido que se gana la vida de esta forma. Hay talleres clandestinos en Batán, 2 de Abril, Sierra de los Padres y en todos, se paga una miseria por prenda. Muchas personas no quieren denunciar o pelear precio para no perder ese trabajo que realizan generalmente mujeres que cuidan a sus hijos o personas con discapacidad o mujeres de más de 40 años que han quedado fuera del sistema laboral formal” explicó Basterrecha. La referente también indicó que en esa situación se encuentran, no solo costureras, sino también cortadoras, remalladoras, sublimadoras y personas que cosen botones o realizan ojales, entre otras tareas.
“La industria textil obtiene ganancias extraordinarias, mediante la explotación de sus trabajadores y los precios carísimos que cobran por sus prendas a los consumidores” apuntó, denunciando que, además, “en los últimos tiempos, hasta los hilos tenemos que pagar nosotros porque no los traen y, bajan los precios que nos pagan por prenda, aduciendo razones de poca venta o crisis. Pero la realidad es que los uniformes se están haciendo, los delantales también, camperas se están armando e, inclusive se están trayendo muchísimas prendas desde China a las que, acá, les cambiamos las etiquetas”.
“La situación es muy injusta, estamos recibiendo consultas y llamados de Rosario, Córdoba, de otras ciudades del interior y, en Capital Federal y en Rosario se están armando filiales del sindicato, para comenzar a revertir la situación.
Según Basterrechea, actualmente el Sindicato, que funciona en la Casa del Trabajador de Garay 4622, tiene más de 500 afiliados. “Estamos avanzando, informando, concientizando y, de a poco, las personas se van animando a afiliarse. Hay mucho miedo a perder el magro ingreso, obviamente sin bonos, sin aguinaldo, sin ningún beneficio, que tenemos, pero vamos a dar la batalla” sostuvo.
Además de luchar por el respeto a la norma nacional vigente, desde el Sindicato aseguraron que “hay que hacer valer la calidad de la mano de obra que tenemos en Mar del Plata. Hay personas muy capacitadas trabajando por monedas en este rubro” indicó.
En ese marco, además de continuar con espacios de capacitación y actualización, están trabajando en la formación de la primera cooperativa de trabajo domiciliario textil.