Prisión preventiva para el acusado de matar a Talía Aragón
Lucas Emanuel Giménez seguirá alojado en la Unidad Penal N°44 de Batán mientras avanza la investigación en su contra, por decisión de la Justicia de Garantías, que hizo lugar al pedido que la fiscalía había realizado este martes.
La Justicia de Garantías dictó la prisión preventiva de Lucas Emanuel Giménez (43), el único acusado por el femicidio de Talía Aragón, ocurrido a fines de mayo en Los Acantilados.
Tal como lo adelantó LA CAPITAL, el fiscal del caso, Fernando Berlingeri, había solicitado tal medida el pasado martes, al considerar que el hombre, último novio de la víctima, era el principal sospechoso por el crimen. Para eso, presentó como pruebas el análisis completo del impacto de las comunicaciones de los teléfonos celulares en las antenas de la zona, y las declaraciones testimoniales tomadas durante las últimas semanas.
Además, exhibió en su investigación el resultado de los peritajes de los elementos secuestrados en la vivienda que Giménez ocupó en inmediaciones del lugar del hallazgo del cuerpo de la mujer de 27 años.
Como se explicó días atrás, Giménez fue una de las últimas personas que estuvo con Talía Aragón antes de que el martes 28 de mayo por la noche desapareciera y su cuerpo fuera descubierto a la mañana del día siguiente a los pies de un acantilado de una playa del sur. En suma, era su último novio o, como optaron por llamarlo los pesquisas, el hombre más cercano en tiempos recientes.
Lo que llevó al fiscal a formar convicción de que el remisero Giménez era algo más que un simple testigo fueron varios indicios, para el fiscal Berlingeri la proximidad de la vivienda de calle 453 numeral 539, en Playa Serena, con el lugar en el que apareció el cuerpo fue decisivo para despertar el interés y las sospechas. Es que Aragón no tenía ninguna razón para acercarse a esa zona periférica de Mar del Plata si no era para visitar al ahora sospechoso.
Desde hacía un tiempo Giménez había alquilado ese casa con el propósito de residir allí, pero también para encontrarse con Aragón. Es de destacar que la casa se halla en Playa Serena, a unos 3.000 metros de la playa en la que fue arrojada la víctima desde una altura cercana a los 20 metros.
Otro elemento de prueba que se agregó a la causa fue el del impacto de las antenas telefónicas, ya que se registró actividad del celular de Giménez en las celdas de su proveedora de servicio telefónico en proximidades del cruce de Ruta 11 y Circunvalación (Las Macetas) en el horario estimado que los forenses dataron la muerte de Talia Aragón.
Respecto a las cuestiones vinculadas al uso del teléfono, al día siguiente de la detención de Giménez, el fiscal Berlingeri ordenó el allanamiento de dos domicilios. El primero de ellos fue en la casa de Playa Serena y el otro inmueble que los policías revisaron fue el de los padres de Giménez, en Viamonte y Pringles. Precisamente en esta vivienda fue donde el ahora detenido intentó permanecer tras abandonar imprevistamente la de Playa Serena después de que tomara estado público el hallazgo del cuerpo de Aragón.
El resultado de los allanamientos fue calificado como “positivo” por los investigadores, ya que se secuestraron elementos de importancia para la continuidad del expediente, entre ellos cuatro dispositivos telefónicos pertenecientes a familiares de Giménez y otro que éste tenía en su habitación quedaron bajo disposición de la fiscalía. Vale recordar que al momento de ser detenido, Giménez tenía en su poder el teléfono que usaba de forma personal y con mayor frecuencia.
También fue tenida en cuenta que testigos describieron la relación entre Giménez y Aragón como “tóxica” y “violenta”. Incluso el propio fiscal en el llamado a indagatoria de Giménez expresó que éste con la víctima “mantenía una relación sentimental en un contexto violento”. A propósito de esto, a la mesa de trabajo del fiscal llegó un informe sobre la judicialización de un episodio de violencia doméstica en la que Giménez había sido denunciado por una expareja.
El asesinato de Aragón se conoció en el mediodía del miércoles 29 de mayo, cuando un hombre vio el cuerpo sobre la playa y horas después personal de Rescate y Riesgos Especiales logró recuperarlo. La autopsia realizada por los forenses de la Policía Científica confirmó que el cadáver presentaba una puñalada en la región torácica derecha que le provocó una lesión en el pulmón de ese lado. Luego se comprobó una herida defensiva en un brazo y múltiples fracturas por la caída.
Jurídicamente el caso pasó a ser un “femicidio” desde el momento en que se estableció la imputación de un hombre como su autor y en el marco de un contexto de violencia de género.