Uno de los dos hermanos detenidos por el homicidio del almacenero Carlos Rodríguez (61) se negó a declarar ante la fiscal Florencia Salas, mientras que el otro aseguró que no participó del crimen.

Los hermanos Marcos David Suárez (33) Brandon Argarbe (21) fueron detenidos el lunes tras una serie de allanamientos en el barrio Las Heras, en un asentamiento de viviendas precarias que queda a pocos metros del almacén de Fortunato de la Plaza al 8500 donde fue asesinado la víctima el jueves 27 de junio.

Fuentes consultadas por LA CAPITAL informaron que los detenidos cuentan con un representante de la Defensoría Oficial que los representa en la causa en la que están imputados por “homicidio criminis causa y robo agravado”.

El primero en declarar fue Suárez, quien negó a la fiscal Salas haber participado en el hecho y le aseguró que no tuvo “nada que ver”. Sin embargo, los dichos del acusado de 33 años no condicen con los elementos y pruebas que hay en la causa que lo apuntan a él como uno de los autores del crimen. Además, el imputado no aportó ninguna prueba o testigos que apoye su versión.

Por otra parte, el menor de los hermanos, Brandon Argarbe se negó a declarar y no dio ninguna versión alternativa a lo sucedido.

Ante esta situación, y apoyada en las pruebas recolectadas por la fiscal Salas, la jueza de garantías Lucrecia Bustos ordenó que ambos siguieran detenidos en la Unidad Penal 44 de Batán mientras avanza la investigación.

Por otra parte, la fiscal Salas ordenó que se realicen las pericias de los teléfonos celulares secuestrados a los hermanos al momento de haber sido detenidos.

Las detenciones de Suárez y Argarbe se concretaron el lunes a la mañana. Suárez fue aprehendido por personal de la DDI a 50 metros del domicilio que tenían identificado y que estaban por allanar; mientras que a Argarbe lo arrestó este mismo lunes a la mañana el personal de la comisaría 16° por una tentativa de hurto en Fortunato de la Plaza y Polonia y lo tenía demorado en esa dependencia policial.

En los allanamientos, la policía secuestró ropa similar a la que se ve en las filmaciones y a la que testigos describieron cuando mencionaron a los asesinos de Rodríguez. Cabe señalar que el arma de fuego utilizada en el crimen no fue encontrada durante el operativo.

También la policía halló un parlante, que los allegados de la víctima deberán reconocer, y un fernet y golosinas, elementos estos que habrían sido robados del almacén. Según trascendió, durante el fin de semana los detenidos ofrecían para la venta en los pasillos de la villa fernet y chupetines.

Por otra parte, fuentes consultadas por LA CAPITAL agregaron que en la autopsia, además de la herida mortal del disparo, Rodríguez presentaba dos costillas fracturadas, lo que condice con la mecánica del hecho que maneja la fiscal Salas, ya que testigos declararon que vieron a los delincuentes encima de la víctima, acción que le pudo provocar las lesiones.