“Decime Julián”, un libro sobre la incondicionalidad del amor
La reciente obra de Julia Álvarez Dachdje aborda el proceso de transición de su hijo desde una perspectiva centrada en el amor, la felicidad y la crianza respetuosa.
Julia Álvarez Dachdje, en “Decime Julián”, editada recientemente por el grupo Penguin, cuenta la transición de su hijo. Lo hace a través de un texto ameno en el que aborda los pormenores, individuales y sociales, del desarrollo del proceso. Los prejuicios, las dudas, el entorno, los esquemas, y frente a eso el amor y el deseo de maternar personas felices como objetivo insoslayable.
-¿Qué dijo Julián sobre el libro?
-Estuvo de acuerdo con la publicación del libro, entendiendo que puede ser una herramienta, sobre todo, para otras familias; pero además como aporte a la sociedad.
-Es un libro destinado, creo, a despertar conciencias entre padres y el mundo de los adultos, muchas veces programados en una frecuencia alejada de nuestros hijos. ¿Qué les proponés como ejercicio de reflexión y acción?
-Les propongo remontarse a la intención que acompaña el deseo de ser madres/padres y las expectativas que volcamos en nuestros hijos e hijas. De allí en más replantearnos esas cuestiones, en contraposición con el rol verdadero de criar, acompañar y sobre todo velar por su bienestar y su felicidad para que sean personas plenas. Es morir a una/o para dar paso a sus verdaderos deseos y su felicidad.
-Cuando relatás el cuento que disparó la reflexión de Julián, pareciera que están insertos en un entorno amoroso y abierto. ¿Hubo situaciones contradictorias, aquellas que han sido más comunes en la sociedad?
-Afortunadamente no las hubo o, por lo menos, no fueron tan trascendentes. Sí hubo personas que no entendieron, eso lleva tiempo. Pero nuestro entorno siempre acompañó.
-Cito: “Está cuando es nombrado, cuando existe”. Me atrevo a decir que es la tesis del libro: la identidad reconocida del entorno como base de toda existencia. La pregunta es ¿por qué le cuesta tanto a la sociedad asumirlo?
-En mi opinión nos cuesta porque nos saca de la zona de confort, nos hace enfrentarnos con nuestros propios prejuicios. No es algo cómodo… Y por supuesto eso viene acompañado, en este caso, de un plus que es la discriminación que existe sobre la población LGTB y las diversidades en general. Por eso yo siento que es tan importante visibilizar estas cuestiones y mostrar que puede haber transiciones amorosas, que ocurren cuando nos despojamos de lo aprendido y amamos incondicionalmente. Transiciones más tempranas, acompañadas de un entorno que aloje.