Aunque obvia, la pregunta fue necesaria: “Hilda, ¿por qué elegiste cantar a Charly?”. Fresca, inquieta, la ex Man Ray dijo: “Porque es lo más como compositor y como autor y aparte porque le tengo una gran admiración y me encanta poder cantar sus temas, principalmente”.

Fruto de esa admiración y de una relación que se remonta a los tiempos en que Lizarazu fue parte de la banda “Charly y los enfermeros”, a fines de los ´80 y principios de los años ’90, es el disco que acaba de lanzar, con la producción de Lito Vitale: “Hilda canta Charly”. “Concreto, sintético, te gusta o no te gusta, pero está muy claro el mensaje que soy yo cantando a Charly”, resumió.

De ese disco se desprendió el espectáculo que este jueves a las 20 presentará en Mar del Plata, en el escenario del teatro Radio City (San Luis 1750). Y que llamó igual que el disco.

-De todos los Charly García que existen, ¿finalmente quién es Charly?

-Hace un par de de años hicimos una muestra de fotos junto a Andy Cherniavsky y Nora Lezano, se llamó Los Ángeles de Charly. Ellas son dos fotógrafas que lo abordaron en distintas épocas. Cuando Charly fue a ver la muestra dijo una frase hermosa, que responde a cuál de todas esas caras es. Dijo: “Yo soy como una bola de espejos de las discotecas, cada cuadradito de espejo refleja algo distinto”. Y me pareció hermoso porque es eso, es un artista inmenso con una obra muy distinta, pero por otro lado llega y atraviesa a varias generaciones. Es el reflejo de Argentina también. Así que cuál de todo es, es todos, es el Say No More, es “mi pequeña almita baila de alegría” (verso de la canción “Como mata el viento norte”) y es Los dinosaurios. Eso es lo que lo hace tan genial.

-¿Observás que las nuevas generaciones lo están redescubriendo? Un poco la serie de Fito Páez del año pasado puso al rock nacional en el centro…

-Yo creo que sí. Que las nuevas generaciones están como haciendo una revisión de los que estuvimos antes en términos musicales y artísticos. La serie de Fito visibiliza a un montón de personajes, de músicos, de intérpretes, de artistas que tuvieron en esas décadas del ’80 y ’90. Está la humanidad viendo series y bueno, dentro de estas series se ve reflejada la revalorización de artistas que somos predigitales pero no por eso menos valiosos.

-¿Cómo fue trabajar con Charly? Pienso en sus luces y sombras…

-Era un claroscuro, pero para mí fue una escuela de vida en el sentido de que me enseñó cómo quiero ser y cómo no quiero ser y también principalmente poner a la música como foco, como el contenido principal. Para mí es un artista, un músico que siempre tuvo adelante la música, más allá de
episodios personales y controvertidos que también dio a conocer. A mi lo que más me importa de Charly García es su música y sus palabras, antes de cualquier cosa escandalosa… elijo el Charly de “Desarma y sangra”. Para mí laburar con él fue un regalo que me dio la vida. De hecho cuando le mostré el disco fue la primera vez que le pude decir “Vos me cambiaste la vida”. Creo que si no hubiera pasado por esa escuela de rock, ponele, no sería quién soy, por supuesto que estaría haciendo música. Pero yo creo que él fue la estética del pop y del rock a través de sus distintas etapas. Siempre mantuvo una búsqueda, puede ser también entre comillas trash, grafiteada, pero siempre estaba todo bastante pensado y eso me parece valioso en un artista.