Por primera vez en su oscilante camino en la temporada 2023/24 de la Liga Nacional de Básquetbol, Peñarol afrontará una situación de “no hay mañana”.
Es cierto que logró clasificar para los play-offs gracias a un resultado ajeno y no propio. Pero después eliminó con autoridad a San Martín de Corrientes, en la Reclasificación, y ahora le toca recibir a Quimsa de Santiago del Estero en desventaja de 2 a 1.
Es obvio que para el “milrayitas” no queda otro camino que la victoria para evitar la eliminación. El partido se jugará desde las 21, en el Polideportivo “Islas Malvinas”, y en el conjunto visitante es difícil que pueda jugar Brandon Robinson (esguince de tobillo) en tanto sí podría hacerlo Tayavek Gallizzi (fuerte golpe en una de sus manos).
El jueves, el actual campeón de la Liga recuperó la ventaja de cancha y, al mismo tiempo, quedó “match-point” en esta eliminatoria por los cuartos de final.
Los santiagueños saben que, en el peor de los casos, definirán el ticket a las semifinales en el estadio “Ciudad”, aunque de ninguna manera quieren dejar pasar la chance de cerrar la llave este mismo sábado en Mar del Plata.

Para Peñarol, el panorama cambió radicalmente. De aquel júbilo por el 1-1 que se trajo del norte del país, a este presente de tener que afrontar el juego “entre la espada y la pared”.

En el partido del jueves, el “milrayitas” estuvo más cerca en las cifras que en el juego. Quimsa fue el mejor de los dos. Hizo valer su rotación más larga, fue inteligente para manejar la buen diferencia que supo cosechar en la primera mitad, y en el momento oportuno apretó el acelerador para definir el pleito.
Peñarol enfrenta la necesidad de llevar un partido de riendas cortas. Remontar “-20”, tal como sucedió el jueves, conlleva un desgaste adicional que lo puede pagar en un desenlace apretado.

La rotación más amplia le permite a Leandro Ramella dosificar la permanencia en cancha. Los cinco iniciales de Quimsa promedian 24,0 minutos, en tanto los de Peñarol llegan a 32,0 minutos. En consecuencia, el cansancio acumulado se hace sentir y, al mismo tiempo, la participación y las posibilidades de cambiar la ecuación de los relevos es bastante menor.

Los integrantes de la banca del “milrayitas” juegan, en promedio, 8,0 minutos. Los de Quimsa, en cambio, lo hacen en 16,0 (el doble).

Y ni hablar de la productividad. Los relevos santiagueños aportan 24,0 puntos, 13,7 rebotes y 5,6 asistencias, contra 14,1, 2,9 y 0,6 respectivamente, de sus colegas peñarolenses.

De acuerdo a las estadísticas acumuladas en esta serie de cuartos de final (ver detalle aparte), se desprende que Víctor Fernández, con un juego más espectacular ha ido de menor a mayor en el play-off. Pero en silencio y sin estridencias, Diamon Simpson es el jugador de rendimiento más parejo, y el único de los dos equipos que tiene promedios en doble figura (16,3 puntos y 10,0 rebotes en 30,0 minutos).

Formaciones:

Peñarol

Joaquín Valinotti, Víctor Fernández, Tomás Monacchi, Al Thornton y Diamon Simpson. DT: Hernán Laginestra.

Quimsa

Juan Brussino, Fortunato Rolfi o Brandon Robinson, Emiliano Basabe, Fabián Ramírez Barrios y Tayavek Gallizzi. DT: Leandro Ramella.

Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Árbitros: Alejandro Chiti, Roberto Smith y Pedro Hoyo.
Hora: 21.

ESTADÍSTICAS ACUMULADAS
Cuartos de final (3 partidos)

PEÑAROL
Jugador Pts. Rebs. Asist. Min.
Joaquín Valinotti 11,3 3,7 5,7 33,3
Víctor Fernández 13,0 3,3 3,7 33,0
Tomás Monacchi 6,0 9,0 1,0 34,7
Al Thornton 9,7 6,7 0,3 29,0
Diamon Simpson 16,3 10,0 1,0 30,0
Julián Morales 5,3 0,8 1,3 15,0
Francisco Filippa 2,0 1,3 0,3 7,3
Octavio Sarmiento 2,3 0,3 0,7 7,3
Facundo Tolosa 4,5 0,5 0,0 3,5

QUIMSA
Jugador Pts. Rebs. Asist. Min.
Juan Brussino 11,0 3,0 4,3 22,0
Brandon Robinson 6,3 2,0 1,7 20,3
Emiliano Basabe 9,3 4,3 0,7 31,0
Fabián Ramírez Barrios 12,0 5,3 2,7 27,3
Tayavek Gallizzi 13,7 5,7 0,3 20,7
Eduardo Vasirani 10,0 5,0 0,3 18,3
Bruno Sansimoni 5,3 3,3 3,3 23,3
Sebastián Acevedo 5,7 2,7 1,0 12,0
Fortunato Rolfi 3,0 2,7 1,0 17,7