Ladrón reincidente y golpeador fue condenado a 5 años de prisión
Ricardo Damián Lela (44) cometió dos robos en casas de Mar del Plata. Además fue sentenciado por agredir físicamente y amenazar a su pareja en Santa Clara, y luego fugarse de la comisaría cuarta, donde estaba detenido.
Un ladrón reincidente fue condenado a la pena única de 5 años de prisión luego de que quedara acreditado que cometió dos robos en viviendas de Mar del Plata, agredió físicamente y amenazó a su pareja en dos oportunidades en Santa Clara del Mar, y se fugó de la comisaría cuarta.
Es decir, cinco hechos, que el delincuente deberá pagar con cinco años de prisión, conforme lo decidió el juez Alexis Simaz, tras un debate oral abreviado que se llevó a cabo recientemente.
Se trata de Ricardo Damián Lela (44), quien según la investigación unificada de los casos a cargo de la Fiscalía Descentralizada, ya había estado detenido en el pasado. Ahora, fue juzgado por hechos ocurridos entre 2021 y 2023.
El primero, según pudo saber LA CAPITAL, sucedió entre las 11.45 y las 13 del 23 de diciembre de 2021, cuando un delincuente violentó la puerta y los ventanales de una casa ubicada en 1 de Mayo al 1400. La propiedad pertenecía a un hombre que en ese momento había salido.
Una vez en el interior, el delincuente se apoderó ilegítimamente de diversas pertenencias de la víctima y luego escapó. Entre ellas, sustrajo 3500 pesos en efectivo, dos relojes y una filmadora marca Kodak de color gris.
El dueño de la casa regresó junto a su esposa y su nieto más tarde y constató que la puerta de ingreso había sido dañada, al igual que las ventanas y una reja, desprendida en la parte inferior. Posteriormente, descubrió el desorden en el interior del inmueble y el faltante de los elementos mencionados antes, por lo que denunció lo sucedido al 911.
Efectivos de la Policía Científica arribaron al sitio y realizaron diversos peritajes. Entre ellos, levantaron huellas dactilares que acabarían por ser claves para esclarecer el caso.
Y lo mismo ocurrió con un segundo hecho. El 23 de marzo de 2023, entre las 9.30 y las 13, dos delincuentes forzaron la puerta de una casa de Rawson al 3500, propiedad de una mujer. En ese momento, la moradora no se hallaba en el inmueble.
Los intrusos se llevaron, en esta oportunidad, 1500 euros, dos agujereadoras marca Bosch de color verde -una de ellas inalámbrica con dos baterías y la restante con cable corriente-, una caladora de color naranja, una amoladora de
color verde, un televisor Samsung de 50″, una notebook marca Sony Vaio de 18″, una heladera para vinos negra con frente traslúcido, una tostadora Moulinex, dos bolsos deportivos, un teléfono celular, una carpa marca Quechua verde, dos pares de lentes de sol marca Oakley, y un juego de llaves de la vivienda.
La víctima, al regresar a su casa, descubrió lo que había ocurrido y llamó a la policía. En su denuncia, indicó que creía que las personas que habían entrado a robar tenían conocimiento de los movimientos de la familia, por cuanto esperaron que sus vehículos no se encontraran en el garaje para poder consumar el hecho.
En este caso, los peritos también relevaron rastros papilares en el vidrio de un ventanal situado al frente de la finca de la mujer.
Ambos casos tuvieron como coincidencia el accionar delictivo y la modalidad de robo. Y los investigadores identificaron a Lela, ya que sus huellas estaban en el sistema informático penitenciario y policial, porque en el pasado había estado detenido.
Antecedentes y violencia de género
De acuerdo a la reconstrucción realizada por la fiscalía interviniente, Lela había estado detenido por un intento de robo sucedido en 2016. Como consecuencia de eso, el Juzgado de Garantías Nº 4 de Mar del Plata lo había sentenciado el 31 de enero de 2017 a la pena de un año y seis meses de prisión de efectivo cumplimiento, cuyo vencimiento operó el 3 de agosto de 2018.
A pesar de que Lela ya había sido identificado y la policía lo buscaba por los dos nuevos casos ocurridos, entre el 16 y el 17 de junio se hallaba libre todavía. En ese marco, entre la tarde del primer día y la mañana del segundo agredió en dos oportunidades y amenazó a su pareja.
El primero de los hechos sucedió a las 15.30 en el interior de una finca sita en San Francisco al 800 de Santa Clara del Mar. Durante una discusión, Lela le dio a la mujer una patada entre la cintura y los glúteos que motivó su caída al piso, lesionándose sus rodillas. Luego, la tomó del cabello y la arrastró hacia el interior de la casa, donde finalmente la soltó bajo el pretexto de entablar una conversación.
Inmediatamente después ambos salieron a caminar por calle San Francisco con dirección a la costa, donde el masculino comenzó nuevamente a insultar y amenazar a su pareja, refiriéndole, según denunciaría después la víctima: “Te voy a reventar los huesos. Te voy a matar. Nadie te va a creer, yo ya estuve preso..”.
Más tarde, alrededor de las 17.30, se retiró del lugar. Pero en horas de la mañana siguiente se desató una nueva discusión entre ambos y cuando la mujer quiso escapar, Lela la tomó del cabello impidiéndoselo.
Semanas después, la víctima logró denunciar al acusado y, como ambos hechos ocurrieron en días sucesivos, en forma consecutiva y en un lapso temporal acotado, en la misma finca y contra la misma víctima, se tramitaron bajo una misma causa penal. Y finalmente, el hombre fue detenido el 11 de septiembre.
Evasión
En ese contexto, Lela cometió un quinto hecho que ahora fue evaluado en el juicio: nada más y nada menos, se fugó de la comisaría cuarta, donde el 12 de septiembre de 2023, cerca de las 15.30, se hallaba detenido.
Según la reconstrucción del caso, el delincuente había sido trasladado a un calabozo de la mencionada seccional la noche anterior desde la Unidad Penal Nº 44 de Batán. Allí, el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) había rechazado su alojamiento, por razones que no trascendieron, y debido a que a primera hora del día siguiente debía ser conducido a Tribunales para declarar ante la Justicia por los ataques a la mujer.
En un último intento de evitar su destino, Lela forzó un reja de la celda y se evadió de la comisaría por una ventana de la cocina.
A pesar de ello, la policía volvió a atraparlo posteriormente, y con el paso de los meses se acreditó, a través del ya citado análisis de las huellas dactilares y de otras numerosas pruebas reunidas por los pesquisas, que Lela era el autor de los robos en las viviendas marplatenses.
Entonces, la Fiscalía Descentralizada -que había quedado a cargo de definir la situación procesal del imputado- unificó los cinco hechos mencionados y elevó la causa a juicio oral.
En las últimas semanas, con la anuencia de Lela, se llevó a cabo un debate abreviado en el que el juez Simaz lo declaró reincidente y le aplicó, por los cinco delitos cuya autoría le fue acreditada, la pena única de 5 años de prisión de efectivo cumplimiento.