Peñarol de esta ciudad intentará olvidar una de las caídas más duras que sufrió en su historia en un partido de postemporada de Liga Nacional de Básquet. El equipo marplatense se presentará una vez más en el Estadio “Ciudad” de Santiago del Estero, la casa del campeón Quimsa, por el segundo cotejo de la serie de play-off de cuartos de final. El cotejo comenzará a las 22 de este lunes.

El elenco de Laginestra necesita recuperarse del mazazo recibido el último sábado. Si bien del primero al último de los peñarolenses eran conscientes del favoritismo de Quimsa, pocos aguardaban semejante demostración de autoridad del equipo dirigido por el marplatense Leandro Ramella. Y, con el envión anímico de la serie anterior ante San Martín y el ritmo de competencia, había esperanzas de poner en problemas a un rival que estaba “parado” desde el final de la serie regular.

Las ilusiones, sin embargo, se derrumbaron en el segundo cuarto. Quimsa, muy concentrado, se enfocó en jugarle duro y físico a Thornton y desactivó una de las principales armas peñarolenses. El “Sheriff” no pudo ir al rescate cuando dejó de dar réditos el pick and roll con Simpson y se agotó el recurso del tiro de tres puntos, reducido en una mala noche de Valinotti y Víctor Fernández.

Lo peor -y lo que no puede volver a pasar ante este rival- fue perder la disciplina táctica. Apurar el ritmo ofensivo, pero forzar las ejecuciones. Cuando Peñarol cayó en esa tentación, Quimsa lo destrozó. Con contraataques y conversiones sencillas. En superioridad numérica y también “cinco contra cinco”. Hasta llegar a una goleada que en el primer cuarto no entraba en los cálculos de nadie.

Peñarol necesita aprender la lección. Con los mismos iniciales o con otros. Con mejores o peores actuaciones individuales. El equipo marplatense no puede darse el lujo de perder la línea. Jugar en equipo es la única forma de achicar las distancias ante un rival tan poderoso. Y ese es el camino que esta noche intentará recorrer.