Matías Quirola (27) se declaró inocente este domingo en el marco del crimen de Roberto Daniel Lombardelli (21), ocurrido en la madrugada del sábado en la denominada “zona roja” de la ciudad.

El acusado, detenido horas después del hecho, se presentó en Tribunales ante el fiscal del caso, Alejandro Pellegrinelli, junto al defensor oficial Claudio De Miguel. Al ser interrogado por el investigador, dijo que al momento del asesinato se encontraba en otro lugar, aunque no dio demasiadas precisiones.

Una vez finalizada la diligencia, el fiscal Pellegrinelli dispuso que el sospechoso permanezca detenido en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán, imputado en una causa caratulada como “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.

El crimen Lombardelli se registró cerca de las 5.45 de la madrugada del sábado, cuando la víctima se hallaba, al igual que otras personas, en las cercanías de la esquina de Rivadavia y Champagnat.

Algunas travestis esperaban por su nuevo cliente a poca distancia de allí y observaron cómo un hombre joven se acercó hasta Lombardelli, que contaba con antecedentes penales, y sin mediar ninguna palabra extrajo un arma de fuego y le disparó.

El proyectil impactó en el pecho de la víctima, quien cayó desplomada, aunque con vida, al piso. De inmediato Lombardelli fue asistido por algunas personas que estaban en el lugar que colaboraron para su traslado hasta el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA). Minutos después de ingresar a la guardia de dicho nosocomio se constató su fallecimiento.

Por su parte, el agresor se dio a la fuga hacia la calle Victoriano Montes. Quienes vieron toda la secuencia lo reconocieron como un joven que solía merodear por las calles en busca de estupefacientes. Con esos datos personal de la comisaría cuarta bajo las órdenes del fiscal Pellegrinelli iniciaron una investigación que permitió localizar al sospechoso en horas de la tarde del mismo sábado.

El operativo que posibilitó detener al presunto autor del homicidio fue realizado por la policía en una casa de 9 de julio al 5200. Allí fue sorprendido Quirola, que ante la irrupción de los uniformados no opuso resistencia.

El móvil del asesinato aún está por resolverse pero habría estado vinculado, precisamente, a la actividad ilegal de venta de estupefacientes.

En el allanamiento la policía encontró una pequeña cantidad de cocaína con envoltorio similar a los que suelen venderse en la zona roja.