El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) advirtió que el próximo invierno será más frío y con “pocas o escasas lluvias” en Mar del Plata.

El organismo nacional dio a conocer en los últimos días la nueva actualización del pronóstico climático trimestral para el periodo junio-julio-agosto, en el que explicó que ya el trimestre pasado “se observaban algunas regiones del país con tendencia a presentar condiciones frías”.

De cara a la próxima estación, las zonas donde es más probable que el invierno cuente con temperaturas inferiores a las normales son mucho más amplias: incluye a la región pampeana-donde se encuentra Mar del Plata, que suele tener una temperatura media de entre 8° y 6° en este periodo-, el sur del litoral y gran parte de la Patagonia.

En tanto, el noroeste y noreste del país vivirán un invierno “suave y con temperaturas superiores a las normales para la época”. Mientras que el sur de la Patagonia, Cuyo y las provincias del norte central se mantendrán dentro de los valores esperados.

“Esta previsión debe ser considerada sobre el valor medio del trimestre. Además, es importante remarcar que la influencia de los forzantes de gran escala (El Niño/La Niña) estará debilitada, por lo que pueden predominar variaciones de algunos días o semanas durante este invierno. Por ello se recomienda consultar periódicamente los pronósticos en la escala diaria y semanal”, informó el SMN.

En lo que respecta a las precipitaciones, el organismo advirtió que la tendencia “no es muy alentadora”, especialmente en la Patagonia, la Pampa Húmeda y en todo el noreste del país. Para estas regiones se esperan “lluvias inferiores a las normales para la estación del año”.

En el noroeste, por su parte, no se realizó pronóstico porque la región se encuentra en su estación seca. Por eso las lluvias son “prácticamente nulas” durante la temporada invernal.

Y en el centro oeste del país no hay una categoría más probable, “por lo que se debe considerar la información estadística del invierno”, detalló el SMN.

El pronóstico climático trimestral se realiza sobre la base del análisis de las previsiones numéricas experimentales de los principales modelos globales de simulación del clima y estadísticas nacionales, sumado al análisis de la evolución de las condiciones oceánicas y atmosféricas.

El informe en cuestión está basado en un consenso consolidado a partir de esas diversas fuentes. Y busca ser una herramienta de gran utilidad para la toma de decisión a mediano y largo plazo.