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Deportes 21 de enero de 2017

A Boca nada lo afecta

Dos a cero y claro dominio sobre Estudiantes. Ni el parate, ni la ida de Carlos Tevez. Nada mueve a los de Guillermo Barros Schelotto de la senda ganadora. Controló todo y se impuso con tantos de Diarte, en contra, y Bou.

Centurión.

Por Sebastián Arana

El receso cortó su ritmo arrollador en el torneo de Primera División. Perdió nada menos que a su alma, símbolo y as de espadas durante el parate. Pero Boca anoche, en su debut en la Copa de Oro 2017, dio la misma imagen de superioridad que en la recta final del 2016.

Derrotó 2-0 a Estudiantes de La Plata controlandolo por completo. Superándolo claramente cuando lo fue a buscar y también cuando lo esperó. Los goles fueron de Diarte, en contra, y Walter Bou. Pudo convertir alguno más.

El primer tiempo fue el producto de la diferencia de fluidez, velocidad y contundencia entre un Boca superior y un Estudiantes que casi siempre corrió atrás de la pelota.

GolBoca06

Centurión y Bou, determinantes a la hora de los goles (Foto Mauricio Arduin)

El equipo del “Mellizo” Barros Schelotto asumió la iniciativa desde el primer momento y jugó en terreno rival. Los platenses, con ausencias muy importantes del medio hacia adelante, hicieron lo que pudieron.

Gago y, sobre todo, Pablo Pérez fueron los dueños de la pelota y le impusieron al partido sus dictados. La cuestión, sin Tevez, era quién se hacía cargo de los cambios de ritmo.

En este primer tiempo fue Ricardo Centurión, peligrosísimo cada vez que encaró con pelota dominada. Una jugada individual suya destrabó la paridad tras catorce minutos entretenidos con dominio boquense y un par de respuestas de Estudiantes con disparos de media distancia.

Pero a los 14’ Centurión tomó una pelota en tres cuartos de cancha y encaró en velocidad hacia los centrales de Estudiantes. Un amague oportuno le permitió pasar entre ellos e irse derechito a Andújar.

Cuando el ex Racing se disponía a definir, Diarte intentó cerrar y le punteó la pelota. Con tanta mala suerte que la ubicó pegada al palo derecho del arquero. Uno a cero.

Estudiantes, impulsado por Damonte, intentó una reacción. Pero le faltó profundidad. Las veces que llegó lo hizo hasta el borde del área boquense. Perforar ese límite, sin embargo, fue otra cuestión. Apenas un tiro libre de Dubarbier exigió un manotazo preventivo de Werner. Y hubo hacia los 25’ un bombazo desviado de Gómez, desde 25 metros, tras una serie de rebotes cedidos por la defensa boquense.

Ricardo Centurión

Ricardo Centurión

El control lo siguió teniendo Boca. El equipo “xeneize” aplicó un golpe casi decisivo a los 26’. Pérez manejó el avance y abrió hacia la izquierda para la trepada de Jonathan Silva. El ex “pincha” sacó un centro de zurda y Walter Bou –siempre peligroso pese a participar poco del juego- lo conectó con un gran cabezazo. Alto y cruzado. Inatajable para Andújar. Dos a cero.

Ese tanto no cambió gran cosa en el partido. No por disfrutar de la ventaja el equipo de Barros Schelotto dejó de agredir a su rival. Ni se le cruzó por la cabeza entregar terreno o pelota.

Esa predisposición siempre lo mantuvo cerca de convertir algún gol más. La más clara antes del descanso la tuvo Solís, quien remató al cuerpo de Andújar un buen pase atrás de Pavón. Aunque el zurdo Dubarbier, en la jugada final de la etapa, también estuvo cerca del descuento con sendos remates que generaron rebotes peligrosos.

En el complemento pasaron dos cosas. Por un lado, Vivas decidió el ingreso de Umeres y Quintana para buscar el partido más adelante. Por otro, Boca se replegó con la intención de aprovechar el adelantamiento rival.

No se sintió incómodo con esa postura el elenco “xeneize”, que dispuso de dos chances enormes en los primeros diez minutos para cerrar la historia. En la primera, en una jugada armada por el sector central, Pavón cedió a Bou, quien quedó mano a mano ante Andújar. El arquero tapó providencialmente y en el rebote, con poco ángulo, Centurión estrelló la pelota contra el palo.

Unos minutos después Pavón manejó bien una réplica, se aguantó las ganas de rematar y cedió a Bou, quien llega por el medio con mejores posibilidades. El centrodelantero, increíblemente, remató afuera en la boca del arco.

Y después ocurrió poco más. Alguna chance clara desperdiciada por Pavón, que sigue cruzado. Aún con Estudiantes jugando más adelante, Boca no sufrió sobresaltos. Atacando o defendiendo. Acelerando o bajando el ritmo, el conjunto “auriazul” dominó siempre. Como si este inicio de año no fuera más que una prolongación de su gran cierre de 2016.