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La Ciudad 30 de mayo de 2024

Comienzan ejercicios conjuntos entre la Armada Argentina y la de EE.UU.

Las maniobras de adiestramiento comenzarán hoy y se extenderán hasta mañana a 150 millas de Mar del Plata, con el objetivo de mejorar la interoperabilidad entre ambas fuerzas. Se destaca la participación de uno de los buques de guerra más grandes del mundo.

El portaviones USS “George Washington”, uno de los buques de guerra más grandes del mundo.

Las Armadas de Argentina y de Estados Unidos comenzarán hoy el ejercicio binacional de adiestramiento Passex “Gringo-Gaucho II” a, aproximadamente, 150 millas de la costa marplatense.

Ayer al mediodía, la flota nacional partió rumbo al punto de encuentro con las naves norteamericanas. Entre ellas, se destaca la llegada del portaviones USS “George Washington”, uno de los buques de guerra más grandes del mundo, con 333 metros de eslora por 78 de manga y 74 metros de alto.

Según indicaron fuentes oficiales, a primera hora de la mañana de hoy se espera la llegada del ministro de Defensa, Luis Petri. El funcionario nacional partirá en helicóptero desde la zona de Parque Camet hasta el portaviones para visitar sus instalaciones. En principio, no se prevé ningún acto oficial.

Además, entre los buques extranjeros, se sumarán al operativo el destructor USS “Porter” y el buque logístico USNS “John Lenthall”.

En tanto, por parte de la Armada Argentina participarán los destructores ARA “La Argentina” -el encargado de recibir al USS “George Washington”- y el ARA “Sarandí”; las corbetas ARA “Espora” y ARA “Rosales”; los patrulleros oceánicos ARA “Contraalmirante Cordero”, ARA “Piedrabuena” y ARA “Storni”; un helicóptero Sea King H3; un helicóptero Fennec; un avión de exploración o vigilancia marítima B-200; y dos aeronaves turbomentor.

Actualmente, navegan a bordo del “George Washington” el capitán de fragata Patricio Alisi y el capitán de corbeta Lucas David Murgia, quienes se encuentran participando del planeamiento y coordinación de las actividades.

Con el objetivo de incrementar el nivel de adiestramiento naval y la interoperabilidad entre ambas armadas, las maniobras que se harán hoy y mañana están orientadas a la realización de ejercicios de comunicaciones tácticas; transferencias aéreas de personal entre las unidades; maniobras y evoluciones en navegación; lanzamiento de aeronaves de ala fija; anavisajes de helicópteros en cubierta; defensa antiaérea y antisubmarina; pasaje al habla (traspaso de carga entre buques a través de guías); y prácticas de visita, registro y captura entre los participantes.

El “Gringo-Gaucho” nace como un ejercicio bilateral de oportunidad y se desarrolla cuando un portaviones de la Armada de los Estados Unidos y sus buques escoltas realizan una navegación por aguas territoriales argentinas.

“El ejercicio va a permitir mejorar la interoperabilidad entre los dos países, profundizar la confianza mutua, conocer los medios que tenemos, ver cómo operan ellos y cómo lo hacemos nosotros. Es una transferencia de operatividad y conocimientos. Como Armada, a nosotros, nos enriquecen estas prácticas”, ponderó el comandante del patrullero oceánico ARA Cordero, Francisco Javier Martínez, en diálogo con LA CAPITAL.

En el marco de las tareas preliminares a las operaciones principales, las embarcaciones nacionales, que estuvieron fondeadas a unos 4 kilómetros de la costa local, hicieron diversas prácticas el martes pasado.

Los destructores “La Argentina” y “Sarandí” así como las corbetas “Rosales” y “Espora” navegaron por aguas restringidas y realizaron operaciones con Fennec y de reabastecimiento de combustible con Sea King.

Además, llevaron a cabo comunicaciones tácticas en inglés, pasaje al habla con guía de distancia y un encuentro táctico de superficie con los patrulleros oceánicos Storni, Cordero y Piedrabuena.

Tal como informó LA CAPITAL, también se simuló el abordaje de un barco posiblemente infractor en la zona económica exclusiva (dentro de las 200 millas marinas).

Y se practicó la maniobra “fast rope”, que consiste en el descenso de buzos tácticos de la Armada desde un helicóptero y a través de una cuerda en forma rápida y segura para realizar operaciones de infiltración en otras embarcaciones.

El procedimiento duró unos pocos minutos e implicó el descenso de ocho oficiales en la cubierta de vuelo del ARA Cordero, ubicada en la parte trasera de la embarcación.

Por otro lado, antes de zarpar cerca del mediodía de ayer al punto de encuentro con las embarcaciones norteamericanas -en la milla 150-, los buques nacionales continuaron con las tareas preliminares de adiestramiento y realizaron un ejercicio de búsqueda y rescate (SAR).