Una única función de “El lago de los cisnes”, a cargo del Ballet Clásico de San Petersburgo, se presentará en Mar del Plata. Será el sábado 1 de junio a las 20, en el Teatro Radio City.

Una de las compañías más prestigiosas del mundo, representará la versión completa de esta obra que forma parte de los clásicos indiscutidos del género.

Las entradas para presenciar la función se encuentran a la venta a través de la plataforma Plateanet ( www.plateanet.com ) y en la boletería del Teatro (San Luis 1750).

La obra de Tchaikovsky tendrá el lujo de contar en Mar del Plata con Alexander Volchkov, principal dancer del Teatro Bolshoi y figura mundial del balle y, como solista, María Tomilova, primera bailarina del Teatro Grigorivich.

El director de escena es Kiril Safin, el ex solista del Teatro Marinsky y reconocido en los mejores teatros del mundo.

El Ballet de San Petersburgo es sinónimo de tradición y calidad al ser parte de la historia y prestigio del Ballet en Rusia, cuyo origen se remonta al siglo XVIII. Durante más de dos siglos, ha mantenido la tradición del ballet clásico, perfeccionando su técnica y elevando el arte de la danza a nuevos niveles.

El lago de los cisnes, uno de los clásicos de toda la historia, obra de Pyotr Tchaikovsky,  es uno de los ballets más populares y pertenece al repertorio estándar internacional del ballet clásico.

Fue estrenado por el Ballet Bolshoi el 4 de marzo de 1877 en el Teatro Bolshoi de Moscú. Aunque se presenta en muchas versiones diferentes, la mayoría de las compañías de ballet basan su puesta en escena, tanto coreográfica como musicalmente, en la reposición de 1895 de Marius Petipa y Lev Ivanov, representada por primera vez en San Petersburgo.

Cuenta la historia del príncipe Sigfrido, quien se enamora de Odette, una joven encantada por el malvado hechicero Von Rothbart, que la ha transformado en un cisne.

Odette sólo puede volver a su forma humana durante las noches, y sólo el amor verdadero de un hombre puede liberarla del hechizo. Además, presenta al cisne blanco y al negro y se ha convertido en sinónimo de la elegancia del ballet clásico al más alto nivel.