Siempre experimentales, siempre fusionando sonidos, Los Tabaleros, los folkloristas más psicodélicos de la escena musical argentina llegan a Mar del Plata para presentar “Caramelos de Felicidad”, su último disco.

Este material fue definido por la banda como el más “romántico y festivo” y, a la vez, como el conjunto de canciones que logra sintetizar todo lo aprendido y transitado a lo largo de la historia de la formación.

“Buscamos desafiarnos, con la mira puesta en territorios desconocidos” definió sobre la impronta de la propuesta Roberto “Beto” Martínez, vocalista y guitarrista de la banda que formó junto a su hermano José María Martínez en guitarra y voz, Pablo Berreta en bandoneón, Pedro Berreta en guitarra y voz, Félix María Mateos en bombo y voz, Federico Ricciardi en percusión y Federico Petrozzino en bajo y voz.

“Caramelos de Felicidad”, publicado el año pasado, es el quinto álbum de Los Tabaleros, el grupo formado en Capital Federal que se dio a conocer en 2009 con su primer disco “Carmesí”. “Lolita”, su segundo material discográfico llegó en 2013, “¡Tuy!”, el tercero en 2015 y “Chuy”, en 2019.

Los Tabaleros se presentará el viernes 24 de mayo en Ciudad Cultural Brewhouse (Diagonal Garibaldi 4830), en una jornada musical que incluirá una introducción con Shaca y Flor de Monos y un cierre bailable con Patricio DJockeey.

“Los caramelos acuden a ese instante feliz que todos podemos transitar con diversas cosas como una golosina, un beso, un helado, un regalo, o un recital. El show preparado para Mar del Plata es una bomba molotov de alegría y desborde” adelantó el artista en la charla con LA CAPITAL.

– ¿Cómo analizan la repercusión, la recepción que ha tenido el disco en el público?

– Sin dudas es un disco que rápidamente ganó el cariño de nuestra gente y de nuevos escuchas que día a día se prenden a la “taba locura” de ser feliz a pesar de todo.

– El romanticismo es prevalente en este disco…

– Diría que en un gran porcentaje, en este y todos los discos, somos esencialmente románticos. Pero este disco a diferencia de otros tiene un enfoque festivo atemporal buscando esa fiesta feliz que todos tenemos en el subconsciente de la memoria. Y desde ahí se realizó un disco que si bien está pensado muy para arriba, todo el tiempo está tocando el corazón y la vida del hombre de a pie que puede ser tan dura como hermosa.

– Hay en sus letras, también, varias referencias al fuego. ¿Por qué?

– Nos gusta mucho el fuego y todas las imágenes poderosas y poéticas que se desprenden de él. El fuego como la vida tiene cierta fragilidad donde todo puede estar controlado y de repente escalar y desbordarse, de un fósforo a un incendio hay pocos pasos, y en las cenizas que este deja está la esperanza de renovar, de volver a empezar. Abrazar la llama de lo infinito, lo intangible, es un salto al vacío que nunca dejamos de hacer.

– Han dicho que consideran que es su mejor disco hasta el momento. ¿Es también su disco más variado, más allá de su base folklórica y su impronta rockera?

– Diría que sí, es la condensación de todo lo aprendido en el camino de la producción de discos anteriores, al servicio de este nuevo trabajo, donde llegamos a madurar ideas y a realizarlas con más certeza.

También nos permitimos mucho más, entregarnos al juego de la interpretación de las imágenes que más nos gustan, que surgen del cine, de la vida y de la calle.

– ¿Tiene la búsqueda, la experimentación, la mutación que ver con la esencia de Los Tabaleros?

– Al tener una voz propia, un estilo definido, siempre cuidamos eso, la impronta como un cáliz sagrado, al tiempo que buscamos desafiarnos, con la mira puesta en territorios desconocidos. Gran parte de nuestro ADN es ser un mutante intergaláctico (risas).