El primer mes de la campaña de soja cerró con retrasos históricos, uno de los mayores productores y exportadores mundiales de soja y derivados, debido a las lluvias de abril último que impidieron el normal avance de la cosecha y retrasaron la comercialización de la oleaginosa en el mercado interno.

Según información de la Secretaría de Bioeconomía replicada por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el avance de la cosecha de soja ascendía el jueves al 34 % del área sembrada estimada, un retraso de 12 puntos porcentuales respecto de la campaña previa y de 21 puntos porcentuales, respecto del promedio de los últimos cinco años.

La cosecha de soja en lo que va de este año muestra el segundo mayor retraso del siglo, sólo por detrás de la campaña 2015/16, que mostraba un avance en la trilla de tan sólo 24 %.

El retraso se produce en una campaña que tendrá una cosecha 150 % superior a la del ciclo previo. que fue arrasado por una histórica sequía, según BCR.

“El retraso observado en los indicadores comerciales de la oleaginosa se inserta en un contexto de precios locales e internacionales deprimidos, que no incentivan la comercialización del poroto”, indica el informe de BCR, ya que en el Mercado Físico de Granos de Rosario disminuyeron 11 % en lo que va de 2024.

En el mercado internacional, el futuro de soja a mayo retrocedió un 9 % desde principios de enero en el mercado de Chicago, pero durante la última jornada se advirtió un fuerte repunte en las cotizaciones de la oleaginosa, por las fuertes inundaciones que azotaron esta semana el sur de Brasil, donde el 34 % de la soja aún no se ha cosechado.

Argentina es el primer exportador mundial de aceite de soja, segundo de harina de soja y tercero de porotos de soja.

La cosecha de soja de la campaña 2023/2024 rondará las 50 millones de toneladas, según estimaciones de BCR, desde una recolección de apenas 20 millones de toneladas en el ciclo 2022/2023, muy golpeado por la sequía.