“La calle de las trifulcas” es el espectáculo de títeres de Pablo García que subirá a escena este domngo a las 16 en el Teatro Dúo (25 de Mayo 3349). Una original versión de Caperucita Roja y otra de la historia del pirata Barbarroja serán parte de este show, en el que también habrá espacio para una obra sorpresa e improvisada, que el titiritero decidirá en el momento.

Este nuevo espectáculo llega en el marco del ciclo dominical que organizó el colectivo Epa (Espacio para el arte) y que incluye a diversas compañías marplatenses.

Hijo del querido titiritero marplatense Pepe García, Pablo -al igual que su hermana Cristina- heredó el amor por los muñecos y por las historias. De la mano de su papá, conoció los secretos del oficio, la construcción de los objetos en su taller y el respeto por estos seres de goma espuma.

Pepe y Pablo, en una de sus muchas incurisiones juntos.

“No usar a los títeres como una herramienta de enseñanza, el títere no enseña, mi papá siempre me decía eso”, recordó en una entrevista con LA CAPITAL. “Los chicos tienen que divertirse, si hay algún mensaje tiene que estar muy bien escondido, porque a los chicos no les gusta que le digan lo que no tienen que hacer, les gusta que le digan lo pueden hacer”, agregó.

Empezó en la disciplina de a poco. “Yo era muy chiquito cuando lo acompañaba a mi papá, después él me daba personajes para que hiciera, hasta que me largué solo, y después llegaron años y años de trabajo con él, solo y con otros titiriteros. Los títeres me acompañaron siempre, desde los 15 años ya estaba seriamente comprometido con los títeres“, indicó.

Desde la muerte de su papá, ocurrida en 2019, Pablo dejó de lado las obras de su propia autoría y se abocó a las que hacía Pepe y que generaban cataratas de risas entre las infancias. “Estoy haciendo obras de mi padre porque es la herencia recibida y la tengo que volcar a las nuevas generaciones de niños y niñas”, explicó.

Aunque hay muchas de ellas registradas en Argentores, otras obras “están dando vueltas, no están escritas”. Es que Pepe las pensaba, las representaba y no las escribía. Pablo las sigue haciendo, las recuerda.

“Tuvo la rara habilidad de entender perfectamente qué era lo que más le llegaba” a las infancias, dijo Pablo sobre el éxito que alcanzó García padre. “La base de su éxito siempre fueron su creatividad y su pericia para entender el lenguaje de los niños, qué es lo que les gusta, qué es lo que les llega, a lo que le dan bolilla…”, indicó.