Allanan la casa balcarceña de la jubilada cleptómana que no puede parar de robar
Fue luego de que LA CAPITAL publicara una nota en la que se exhibía cómo el último viernes la mujer de 73 años sustrajo una mochila de un café de Güemes.
La policía allanó este martes la vivienda balcarceña de la jubilada cleptómana de 73 años “que no puede parar de robar”.
El operativo se llevó a cabo en la vecina localidad, después de que LA CAPITAL publicara la nota en la que se exhibía cómo el último viernes la mujer sustrajo una mochila de un café de Güemes.
Durante el procedimiento, ordenado por la fiscal María Florencia Salas y autorizado por el juez de Garantías, Saúl Errandonea, los efectivos hallaron las prendas de vestir utilizadas por la acusada al momento de cometer el hecho, que quedó registrado en un video tomado por una cámara de seguridad.
En esa oportunidad, la jubilada tomó una mochila del interior del bar ubicado en San Lorenzo casi Güemes, en cuyo interior había documentación, tarjetas de créditos y dinero en efectivo.
Vale recordar que la mujer cuenta con más de 60 procesos penales por hechos similares y peritos de la Justicia ya la han considerado inimputable, por padecer Trastorno de Control de los Impulsos en la modalidad Cleptomanía, lo que le produce la necesidad patológica del arrebato o del hurto de objetos. Su nombre ya es conocido por la policía y en Tribunales, pero a pesar de cualquier sentencia o castigo, la jubilada no puede evitar robar.
La historia de la mujer, como lo dio a conocer LA CAPITAL, se remonta a mediados de la década del ’90 cuando, sin ninguna necesidad económica, comenzó a sustraer carteras ajenas.
Antes de 2001 ya había sumado algunas condenas por el delito de hurto o tentativa de hurto. Desde entonces se acumulan más de 60 causas o registros donde figura como imputada. Salvo un expediente donde el delito es daño y otro por amenazas, los demás son robos de carteras.
Desde el 2001, el abogado Lucas Tornini la representa en las numerosas causas que tiene y según considerada el letrado, todo tiene una explicación que ya fue confirmada por tres peritos de tres departamentos judiciales diferentes, entre ellos el eminente Guillermo Luján. Según él, padece una patología de Trastorno de Control de los Impulsos en la modalidad Cleptomanía, teniendo la necesidad patológica del arrebato o del hurto de objetos, carteras, con una carga impulsiva que no puede controlar que al producirse el hecho, esta misma situación de respuesta impulsiva la liberta de la ansiedad y angustia que experimenta previamente.
“Hay un dictamen que asegura que padece un trastorno que hace que, aunque comprende la criminalidad de sus actos, no puede dirigir sus acciones”, señaló en 2019 Tornini en diálogo con LA CAPITAL. De hecho, lo que dice Tornini encuentra relación con diversos fallos, como el de diciembre de 2014 en el que se la declara “inimputable” y se la sobresee en la instancia de resolución de una prisión preventiva.
Nacida un 15 de septiembre de 1950, la mujer es costurera y se dedica a confeccionar trajes para novias en Balcarce. En esta etapa de su vida ya es jubilada y trabaja poco. Pero tiene ingresos por rentas.
Estos robos que comete son considerados por la Justicia como actos “bizarros”, sin estrategia ni mecanismos defensivos, que implican principalmente un riesgo para ella misma ante una reacción desmedida de las víctimas de sus robos.