“Acatamiento alto” tuvo en la ciudad el paro de actividades del sector de la sanidad en reclamo de la recomposición salarial. La medida de fuerza se extendió por 24 horas y también se realizaron movilizaciones, en distintos horarios, frente a las clínicas privadas.

“Los compañeros están muy cansados y realmente se pusieron todos de pie porque esto no da para más. Somos esenciales todos los días, no solo en pandemia”, señaló a LA CAPITAL la secretaria general de la seccional Mar del Plata de la Asociación Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA), Analía Moreda.

La retención de tareas había comenzado ayer a la medianoche y se extendió durante 24 horas para reclamar por “una revisión salarial para terminar de cerrar el 2023 y ya estamos a fines de febrero”. “No hay números arriba de la mesa porque las cámaras empresariales no quieren dar ni un aumento”, argumentó la gremialista.

Además de las protestas, se desarrollaron movilizaciones frente a las distintas clínicas y sanatorios privados a lo largo de toda la jornada, abarcando a los turnos mañana, tarde y noche. Una de las marchas que más repitió fue la realizada en la esquina de Colón y España en diferentes horarios. Mientras que los manifestantes les pedían a los automovilistas que “toquen bocina” con la finalidad de “visibilizar el reclamo”, algunos también portaron carteles que expresaban “Sin salario no hay salud”. Igual, los manifestantes recordaron que “hubo guardias en cada uno de los sanatorios”. “Desde la pandemia somos un sector muy golpeado, incluso quedaron compañeros con problemas respiratorios y psicológicos”, resaltó Moreda.

El sector de la sanidad nuclea a enfermeros, asistentes, camilleros, trabajadores de emergencias médicas, personal de geriátricos, ambulancieros, cocineros, mucamas, personal técnico, administrativo y de maestranza. Además, en ATSA están incluidos trabajadores de centros de diagnóstico y tratamiento, mutuales, laboratorios y distribuidores farmacéuticos, entre otros convenios colectivos de salud. Y también engloba a quienes se desempeñan en las distintas áreas de clínicas, sanatorios y neuropsiquiátricos. “Los convenios laborales integran a varios, pero el sueldo de una enfermera que se inicia, sin antigüedad, es de entre $ 350 mil y $ 360 mil de bolsillo”, detalló Moreda.