La Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) realizará hoy un paro de 24 horas en reclamo de un aumento salarial.

La medida de fuerza impactará en las tareas asistenciales que el personal del sector realiza en clínicas, laboratorios, geriátricos y el hospital privado.

La delegación local del gremio, conducida por Analía Moreda, aclaró que el paro se llevará adelante “cubriendo las guardias mínimas y atendiendo exclusivamente las emergencias”. Esto implica, por ejemplo, que en quirófano se atiendan las urgencias pero no las cirugías programadas.

Los trabajadores asistirán a sus puestos de trabajo y harán visible el reclamo en las puertas de acceso o el hall de los establecimientos.

Moreda señaló ayer que no se van a dejar de atender los pacientes, pero probablemente surjan retrasos. “Si hay dos enfermeras, una se va a quedar por cualquier cosa y la otra va adherir a la medida“, ejemplificó. Pero aclaró que “si hay que salir corriendo por cualquier inconveniente, lo van a hacer”.

La medida fue tomada por el Consejo Directivo de ATSA “frente a la intransigencia de las cámaras empresariales”, según indicó el secretario general del gremio y cosecretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Héctor Daer.

El dirigente advirtió que el gremio llevará adelante “todas las acciones gremiales necesarias para la recomposición salarial” en el sector.

“Nuestro reclamo es urgente. Exigimos a las cámaras empresariales del sector nuestra recomposición salarial. Sin salario no hay salud”, señaló ATSA en un comunicado.

Según explicó Moreda, un salario inicial de enfermera ronda los $400 mil. La intención de ATSA es que se revisen los montos en función de la inflación. “Antes la paritaria se abría una vez al año; después cada seis meses y ahora cada tres o dos. Es altísima la inflación y nunca llegamos a acordar los porcentajes de acuerdo a la inflación”, lamentó la secretaria local.

Mencionó que las cámaras están “completamente intransigentes” frente a la nueva discusión salarial, al punto de que “no hay un porcentaje” de recomposición que hayan ofrecido.