La Cámara Federal de Apelaciones confirmó el procesamiento del dirigente ultraderechista Carlos Pampillón, acusado de haber sido el líder del grupo de neonazis que entre los años 2014 y 2015 cometió numerosos actos violentos y delitos de odio.

Pampillón había sido procesado a fines de 2022 por tomar parte en calidad de “jefe” u “organizador” de una agrupación, destinada a imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor en concurso ideal con el delito de participar en una organización o realizar propagandas basadas en ideas o teorías de superioridad de una raza o de un grupo de personas de determinada religión, origen étnico o color, que tengan por objeto la justificación o promoción de la discriminación racial o religiosa en cualquier forma que concurre en forma real con el delito amenazas, todo agravados por haber sido cometidos por persecución u odio a una raza, religión o nacionalidad.

Sin embargo, en noviembre de 2023, tras las elecciones en las que se impuso como presidente Javier Milei, la diputada de Libertad Avanza, Lilia Lemoine había replicado un video de Pampillón en el que defendía a un capitán retirado del Ejército que reivindicaba los Falcons verdes, un símbolo de la última dictadura militar. “Mensaje de un Patriota. Basta de mordaza ideológica”, había tuiteado la diputada.

Este apoyo a Pampillón de la mediática diputada del oficialismo generó preocupación en torno a la causa penal contra el dirigente de ultraderecha, por lo que el abogado que representa como querella a la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), César Sivo, solicitó a la Cámara de Apelaciones que confirmara el procesamiento, para que la causa llegara a juicio.

Es así que la Cámara de Apelaciones confirmó el procesamiento de Pampillón, y de Rodrigo La Puente y Rodrigo de los Santos, como miembros de la organización neonazi y desestimó las imputación por amenazas, ya que los jueces entendieron que habían prescripto.

Para la defensa de Pampillón, representado por Pablo Romano, el procesamiento “se encuentra viciado de arbitrariedad manifiesta, en la medida que la acusación carece de todo sustento probatorio, las calificaciones no se ajustan a los hechos probados y el embargo (de 5.000.000 de pesos) es desproporcionado”. Romano consideró que la acusación es falsa, que se trata de una persecución ideológica porque el imputado predica “el respeto a la vida, la patria, las instituciones y la religión”.

Al respecto de esta supuesta “persecución ideológica”, el abogado Sivo explicó que “las conductas comprobadas -y por la que han sido condenados varios concausas – nos ubican frente a actos violentos de discriminación cometidos por un grupo de personas que pretendieron imponer sus ideas por la violencia o la fuerza. Esta organización además se ha vinculado con hechos independientes de violencia, tales como amenazas y daños concretos, lo que nos aleja de la pretendida ‘persecución ideológica'”.

“El Fonapa y La Giachino las manejo yo”

En la causa contra Pampillón, desde la Fiscalía utilizaron como prueba desgrabaciones de mensajes de audio enviados por Pampillón a Franco “Cabe” Pozas, condenado a 4 años y 6 meses por el Tribunal Oral Federal N° 1 de Mar del Plata en el histórico juicio a la banda neonazi.

“No tengo nada que hablar yo, los que están conmigo están conmigo y listo. Las cosas están separadas. Yo no quiero cagadas ni que me
manejes las cosas. El Fonapa y La Giachino las manejo yo. Los pelados hagan lo que quieran. Quieren estar están, no quieren estar no están”, dice Pampillón en uno de los audios incorporados en la causa, en los que hace referencia al Foro Nacional Patriótico (Fonapa) y a la agrupación de ultra derecha La Giachino.

“Cuchame tocaron la casa (no se entiende)… El grupo se maneja como digo yo y se terminó, al que no le gusta se va y listo, a la mierda, ya se me está acabando la paciencia. Las casas particulares no se tocan, salvo que sea algo personal y eso lo dispongo yo. ¿Queda en claro? Al que no le gusta, se va”, expresó Pampillón en otro mensaje en el que denota liderazgo entre los seguidores nazis de Mar del Plata.

Líder y organizador

Esta causa contra Pampillón se centra en la acusación de que él estaba vinculado a organizar y tomar parte en una agrupación delictiva entre los años 2013 y 2016, que se habría destinado a imponer sus ideas y combatir las ajenas por medio de la violencia, por razones de persecución u odio a una raza, religión o nacionalidad y que habría realizado actos de propaganda discriminatoria (basada en ideas o teorías de superioridad), en cuyo marco sus integrantes habrían cometido una serie de delitos independientes (lesiones graves y leves, amenazas, daños) respecto de distintas víctimas.

Para la Fiscalía, otra prueba importante es el rol que tuvo Pampillón  cuando, junto a Alan Olea, Franco Pozas (ambos condenados en 2018) y Rodrigo La Puente, viajaron el 28 de septiembre de 2013 a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con el objeto de amedrentar a los estudiantes que en el marco de la toma del Colegio Nacional Buenos Aires generaron disturbios en la Iglesia San Ignacio de Loyola.

“El liderazgo de Pampillón se evidencia a partir de otros hechos, como los daños al monumento Memoria, Verdad y Justicia, ubicado en la Base Naval de Mar del Plata y los ataques al Centro de Residentes Bolivianos, así como del resto de la prueba colectada por la
instrucción”, explicó el abogado Sivo al pedir que el procesamiento quedara firme.

Cabe recordar que en mayo de 2018 fueron llevados a juicio ocho integrantes del grupo neonazi y, salvo Giordano Spagnolo, todos resultaron condenados. Aplicaron penas de 9 años y 6 meses a Oleksandr Levchenko; de 9 años a Alan Olea y a Gonzalo Paniagua; de 8 años y 6 meses a Nicolás Caputo; de 5 años y 6 meses a Giuliano Spagnolo; de 4 años y 6 meses a Franco Pozas y de 2 años de tratamiento tutelar a Marcos Caputo.

Durante el juicio, en el que fue querellante la DAIA, se estableció que este grupo que reivindicaba el nazismo y el fascismo cometió varios delitos destinados a imponer sus ideas y combatir las ajenas por medio de la violencia, además de realizar actos de propaganda discrimintarios basados en teorías de superioridad de raza, religión o etnia.

En esa causa Pampillón, La Puente y De Los Santos habían sido indagados pero la prueba se había consolidado en torno al resto de los miembros, de modo que no llegaron a debate.

En la sentencia se instó a la fiscalía y al juzgado correspondiente a profundizar la investigación, algo que demoró más de cuatro años.

Pampillón ya había sido imputado en otros expedientes por cometer actos de odio o violentos contra grupos minoritarios y hasta acordó una probation por haber atacado al Centro de Residentes Bolivianos en Mar del Plata. La Justicia aceptó una reparación de 6 mil pesos en pintura y la asistencia a un curso a la asignatura de Derecho Constitucional.