La primera cumbre internacional de Sebastián Piñera como presidente de Chile fue en Mar del Plata. El exmandatario fallecido ayer a los 74 años en un accidente de helicóptero había asumido por primera vez la presidencia de su país en marzo de 2010, y en diciembre de ese año participaba en la ciudad de la XX Cumbre Iberoamericana de Jefas y Jefes de Estado.

Según señalaban las crónicas periodísticas de aquellos días, la imagen del chileno se había reforzado significativamente, tanto dentro como fuera de su país, tras el espectacular rescate de los 33 mineros.

Esa cumbre tuvo lugar el 3 y 4 de diciembre con la participación de Cristina Fernández de Kirchner, el rey de España, Juan Carlos de Borbón, el brasileño Luis Inácio Lula da Silva, el ecuatoriano Rafael Correa y el portugués Aníbal Cavaco Silva, entre otros.

Piñera fue el último en llegar. Lo hizo el 4 de diciembre, el día de la declaración final. Entró al NH Gran Hotel Provincial poco antes de las 10, cuando ya el movimiento era inusual. Fue recibido por el intendente Gustavo Pulti y por el empresario Florencio Aldrey, con quien departió por algunos minutos. Y aprovechó para dejar un autógrafo en el libro del establecimiento: se lo dedicó a “los amigos del Gran Hotel Provincial de Mar del Plata, con cariño”.

El chileno apenas tuvo tiempo de pasar por su suite, la 436, ya que estaba todo listo para que comenzara el plenario de los presidentes y jefes de Estado. Y rápidamente se dirigió al Salón de las Américas del primer piso. Mientras se desarrollaban las deliberaciones, tanto por la mañana como a la tarde, los presidentes se retiraban por algunos minutos del salón, y varios curiosos se sorprendieron al encontrarse con el debutante Piñera leyendo resúmenes de prensa de su país.

Después vendrían para él otros encuentros internacionales, tanto su primera presidencia como en la segunda. Pero ese de Mar del Plata implicó su debut.