La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dijo que pedirá la expulsión de dos ciudadanos chilenos detenidos el viernes durante las protestas a las puertas del Parlamento contra el proyecto de ‘ley ómnibus’ impulsado por el Gobierno de Javier Milei.

“Ya hay 18 detenidos, más los de la Ciudad de Buenos Aires, por los destrozos en el Congreso. Casualmente dos chilenos, uno conocido por participar de la destrucción total del país hermano en 2019. ¿Ahora, aquí, haciéndose el fotógrafo mientras incendiaba todo?”, expresó Bullrich a través de la red social X.

Horas antes, el Sindicato de Prensa Bonaerense había denunciado la detención “arbitraria” del chileno Pablo Andrés Sabando Aburto, al que identificó como un reportero gráfico independiente residente en La Plata, mientras cubría la protesta de organizaciones políticas y sociales, mayormente de izquierda, en los alrededores del Congreso.

Miembros de ese sindicato se convocaron a las puertas de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía, en Buenos Aires, para exigir la “inmediata liberación” de Sabando y del resto de los detenidos.

La identidad de la otra persona de nacionalidad chilena mencionada por Bullrich aún se desconoce.

“Vamos a ir a fondo en la causa, investigar a cada uno de los involucrados y pedir la expulsión de los dos chilenos partícipes de este desastre. El que las hace, las paga”, aseveró la ministra argentina en su mensaje.

Serios incidentes se registraron entre el miércoles y el viernes en los alrededores del Congreso, donde durante tres días la Cámara de Diputados debatió y finalmente aprobó en general el proyecto de ‘ley ómnibus’ impulsado por el Gobierno de Milei como parte de su plan de profundas reformas económicas y sociales en Argentina.

Durante estas tres jornadas, Bullrich desplegó un enorme operativo de seguridad con fuerza federales en los alrededores del Congreso para evitar que los manifestantes cortasen las calles.

En reiterados choques con los manifestantes, la policía lanzó gas pimienta, disparó balas de goma y usó camiones hidrantes para buscar desactivar una protesta que las autoridades calificaron como “violenta”.

Además de los detenidos, hubo casi una treintena de trabajadores de prensa que resultaron heridos por el accionar de las fuerzas de seguridad.