La primera jornada del juicio contra Jorge Mattar por el asesinato de Leandro Vilugrón (30) fue a puertas cerradas para que las partes pudieran seleccionar los jurados para el debate y afuera de Tribunales, a los rayos del sol de enero estuvieron los padres de la víctima y sus amigos con banderas y remeras con la cara del joven que ya no está para reclamar justicia y que el responsable cumpla su condena en prisión.

“Acá estamos, es un día más en el que esperamos tener justicia para mi hijo y recalcar que no fue emoción violenta lo que tuvo Jorge Mattar. Él sabía lo que hacía cuando persiguió a mi hijo, fue una cacería“, expresó Isabel Mendoza, la madre de Vilugrón y quien será la primer testigo en hablar cuando inicie el debate.

“Este hombre increpó a mi hijo, se bajó de la camioneta y le dio cuatro puñaladas. Dice no recordar nada, pero se escapó del lugar, casi atropelló a mi hijo, llegó a su casa, se bañó. Tenía noción de lo que hacía. Alguien que está en shock reacciona diferente”, consideró la mujer en diálogo con LA CAPITAL, mientras repasa en su mente una y otra lo que sucedió ese 10 de julio de 2021 cuando Mattar mató a su hijo.

El padre de la víctima, Cristian Vilugrón, apoyó el pensamiento y agregó los propios: “¿Para qué lo siguió tantas cuadras? Casi 20 cuadras lo persiguió para asesinarlo. Tenía tiempo para reflexionar en lo que iba a hacer, pero no: bajó con el cuchillo directamente para asesinarlo”.

Pasaron más de dos años del crimen y en ese tiempo los padres de la víctima se han cruzado, de manera virtual, con Jorge Mattar, quien según dijeron jamás les pidió perdón por lo sucedido. “El mató a nuestro hijo directamente a sangre frío y en ningún momento pidió perdón”, remarcaron.

Los padres de Vilugrón también recordaron el problema que hubo el año pasado, cuando tendría que haber iniciado el juicio pero se suspendió por un error del Tribunal N° 3 en el que se dieron a conocer los nombres de los jurados. “No vamos a pensar en lo que pasó. Estamos hoy acá pidiendo justicia por mi hijo y no queremos otra cosa: justicia y que Mattar cumpla la condena en la cárcel como tiene que ser“.

Finalmente el padre de Vilugrón, recordó una vez más la última vez que vio a su hijo: se estaba por jugar la final de la Copa América entre Argentina y Brasil y el joven le había pedido la moto para buscar a su novia y volver a la casa, donde estaban arreglando su auto. “Él nunca más volvió, simplemente no volvió. Nos enteramos lo que le había pasado, fuimos al lugar y ya no estaba, lo había llevado un patrullero al Hospital, pero llegó sin vida. Por eso queremos justicia“, expresó Cristian.

El caso

De acuerdo a la instrucción del caso, Mattar asesinó a cuchillazos a Vilugrón luego de mantener un discusión de tránsito, y tras escapar del lugar fue detenido en su casa en el barrio Cerrito Sur. Según precisó la fiscal al pedir la elevación a juicio de la causa, en la tarde del 10 de julio de 2021 el albañil descendió de la camioneta Volkswagen Amarok que conducía y acuchilló cuatro veces a la víctima, que se desplazaba en una moto de Honda XR de 125 centímetros cúbicos con su novia.

Mattar y Vilugrón habían discutido minutos antes mientras circulaban por Juan B. Justo, y el motociclista dobló en Independencia, luego giró y se detuvo sobre la mano contraria. Según testigos, el acusado se bajó de su camioneta, avanzó hacía el motociclista tras cruzar la avenida y luego de increparlo lo atacó con un cuchillo de cerca de 30 centímetros.

Mattar fue detenido y al ser indagado declaró que en el momento creyó que lo iban a asaltar y que no recordaba lo que ocurrió luego de bajar con el cuchillo de su camioneta.

“Tengo todo rojo, un vacío en la cabeza”, aseguró, y expresó: “Arruiné una vida y la mía en un segundo que ni siquiera me acuerdo cómo fue. No me puedo acordar. Supongo que doblé en U en Independencia porque quedé mirando hacia Peralta Ramos; pero no lo recuerdo. El primer recuerdo que tengo desde allí es mi mano con el cuchillo ensangrentada. Ahí tomo consciencia de la re cagada que hice y quiero irme”.

Aseguró además que escapó “aterrado” hacia su casa, “tratando de evitar lo inevitable”, y que a partir de ese momento “ya era consciente que algo malo había hecho”.