Quilmes de esta ciudad visitará desde las 21 de este jueves a Villa Mitre de Bahía Blanca por la Liga Argentina de Básquet con la pretensión de saldar dos cuentas pendientes: por un lado, ganar por primera vez en calidad de visitante; por otro, tomarse desquite del rival que le sacó el invicto en condición de local.

Sin embargo, en relación a presentes deportivos, hoy lo único que tienen en común Villa Mitre y Quilmes es que tienen a sus respectivos “José Martínez” en refacciones.

Los bahienses, después de imponerse como visitantes a los dirigidos por Luis Fernández en su última presentación de 2023, metieron otros tres triunfos consecutivos en calidad de huéspedes y otros dos en casa para trepar al quinto lugar de la tabla de posiciones.

En cambio, los “cerveceros” sufrieron un inesperado revés en casa ante Hispano Americano en el primer partido del año y todavía no pudieron ganar en lo que va de 2024.

Más allá del deseo de tomarse un desquite frente a Villa Mitre por aquella ajustada caída en el Polideportivo, la gran preocupación quilmeña es ponerle fin a su sequía en la ruta.

Si bien la Liga Argentina es una competencia con localías fuertes, a Quilmes le ha costado más que ninguno como visitante. Y la necesidad interna de lograr esa victoria afuera de casa ya genera una suerte de ansiedad que le juega en contra. El equipo dirigido por Luis Fernández lleva nueve caídas lejos de Mar del Plata y esa debilidad lo arrastra hacia la parte baja de la tabla.

Algo de eso le ocurrió el último martes en Viedma, donde disputó palmo a palmo tres cuartos iniciales y luego perdió la línea cuando su rival tomó una primera luz de ventaja.

Mientras espera que el recién llegado Julián Ruiz se acomode dentro del equipo, Quilmes procurará superar sus dudas antes de volver a jugar en su “José Martínez”.