Por Sebastián Arana

Peñarol consiguió un triunfo vital en la pelea de abajo y volvió a abandonar el último lugar. En un partido que lo tuvo todo, se impuso 87-85 a Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia por la Liga Nacional de Básquetbol. Jugó muy bien de entrada, casi lo pierde por una aflojada defensiva alarmante, lo rescató la calidad de Thornton y se lo llevó por el corazón de todos.

El equipo local tuvo en el primer cuarto el viento de cola que traía del partido anterior. Le salieron prácticamente todas. Todo a partir de una defensa muy eficaz que recién le permitió al rival la primera conversión de cancha cuando iban cinco minutos de partido. Provocar malos tiros y forzar errores le permitió a Peñarol jugar repetidamente a cancha abierta. Valinotti se sintió en su salsa y lideró un 9-0 de movida. A las corridas del base se sumaron en el cuarto inicial los repetidos aciertos de tres puntos de varios. Hasta Sarmiento y Morales, integrantes de la rotación, entraron “finos” con el aro. No fue necesario ni jugar para Thornton. Casi todos los tiros entraban al aro patagónico. La consecuencia fue un 29-12 asombroso para el cuarto inicial.

En el segundo cuarto, sin embargo, empezó otro partido. Gimnasia, confundido en el cuarto inicial, encontró un par de certezas e hizo pie. Iván Gramajo entró bien y lastimó tanto con penetraciones como con tiros de tres puntos. Y el pivote De Vaughn se dejó de veleidades con los envíos largos y comenzó a gravitar cerca del canasto. Con puntos y provocando faltas. La defensa “milrayitas” comenzó a mostrar grietas y los porcentajes de tiro, naturalmente, se normalizaron. Gimnasia, definitivamente más consistente cerca del canasto, arrimó y terminó el cuarto 41-45 abajo.

Tampoco pudo plantar Peñarol defensa en el tercer parcial, ni emparejar la pelea interna. Al menos, volvió al plan de pasarle la pelota a Thornton en cada ofensiva fija. El ex NBA -anotó todos sus puntos en el complemento- hizo maravillas y sostuvo a los suyos en el marcador. Pero De Vaughn y Nazione causaron estragos en el poste bajo y los perimetrales los apoyaron con eficacia. Gimnasia emparejó, pasó al frente e ingresó 66-63 arriba al último cuarto.

A esa altura, era un partidazo. Como pudo, con lo que tenía, Peñarol levantó la guardia y opuso una defensa un poco más firme. No pudo con De Vaughn, pero logró frenar a Nazione. Se encomendó a las genialidades de Thornton y encontró aire con dos tiros salvadores de tres puntos de Valinotti, que había fallado bastante. Y así llegaron muy parejos al cierre.
Al minuto final entraron igualados en 83. Everett, con rebote ofensivo y conversión, puso al frente a Peñarol por dos a falta de 36″ y diez segundos más tarde, igualó De Vauhgn, también tras recobre de ataque. Quedaban 26″ y el equipo local jugó un aclarado para Valinotti, quien fue detenido con infracción cuando restaban 4″. El base metió sólo el segundo libre y el DT Villagrán pidió minuto. A muchos les corrió un frío por la espalda. Pero todos se interpusieron al intento final de De Vaughn y le robaron la pelota del partido. El corazón “milrayitas” bombea fuerte. Y su cuerpo empieza a encontrar el aire que le faltaba muy poco tiempo atrás.

Síntesis:

Peñarol 87

J. Valinotti 21, R. Whitfield 12, T. Monacchi 9, A. Thornton 21 y J. Everett 10 (FI); O. Sarmiento 6, J. Morales 8, J. Ruiz 0 y F. Filippa 0. DT: Hernán Laginestra.

Gimnasia (CR) 85

E. Toretta 3, J. Webster 10, G. Mariani 5, B. Nazione 14 y G. De Vaughn 24 (FI); M. Chacón 7, E. Stucky 8 (x), F. Podestá 0, I. Gramajo 14 y M. Dato DT: Martín Villagrán.

Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Árbitros: Fernando Sampietro, Cristian Salguero y Fabio Alaniz.
Parciales: 29-12, 45-41 y 63-66.