Incertidumbre, desazón, resignación, indiferencia y hasta el famoso “fingimos demencia” fueron algunas de las respuestas de las personas consultadas por LA CAPITAL sobre las medidas anunciadas por el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo.

Sentado en su taxi, en un semana en la que “estuvo todo bastante parado”, Marcelo (63 años) opinó: “Me parece bien, perfecto. Creo que era lo que se esperaba. Hay que aguantar y salir adelante, no queda otra”.

“Fingimos demencia”, describieron entre risas Victoria y Bruno, quienes llegaron el fin de semana pasado desde Rosario para disfrutar de unos días de descanso. “Un poco de incertidumbre y miedo ya teníamos y creo que todo eso se intensificó”, señaló la mujer en un parate de una caminata por el centro. “Nos vinimos de vacaciones para contrarrestar. Fingimos demencia hasta el sábado, que ya nos volvemos”, dijo el hombre treintañero.

Anabela (20) y Bautista (21) compartían un helado con su bebé de 18 meses y, en principio, se excusaron de responder porque dijeron no tener “ni idea”, pero enseguida añadieron: “Todo aumentó, sobre todo la comida y la leche”.

“Venimos del sur, de Santa Cruz -contó la joven-, adonde fui a chusmear trabajos y, por suerte, allá nos daban la leche para la beba. Incluso cuando me vine les pedí y me dieron dos cajas más. Vamos a ver los precios cuando lo tenga que comprar”, contó.

Llegado desde La Plata, Ricardo (61 años) aseguró que los anuncios ministeriales “no me sorprenden para nada”. “Así es el neoliberalismo, la derecha salvaje es así en el mundo, no solo acá”, dijo. Y agregó: “Yo igual no lo voté, así que voy a dormir tranquilo, no jodí a nadie. Lo que más me llama la atención es que hay mucha gente que votó esto, mucha gente de 60 y 70 años y no lo entiendo”. De todas maneras, aclaró: “No los entiendo, pero los respeto. Nunca fui golpista, pero no solo los chicos lo votaron”.

Marcelo pidió tiempo.

Sin salida

Inés recorría las calles céntricas “haciendo trámites” junto a su amiga Silvia, que aseguró que “las medidas son las que había que tomar pero estamos todos hasta acá, ya estábamos antes del cambio presidencial”, dijo señalando por arriba de su cabeza. Y añadió: “Creo que será para peor pero bueno, no hay plata. Esperemos que nos vaya bien”.

“Un desastre”, aseguró Alejandro (40, oriundo de San Miguel), que está de vacaciones en la ciudad. El mismo calificativo usó Cristian (40 años), mientras intentaba vender algún paquete de pochoclos y garrapiñadas en la peatonal San Martín. “Creo que esta es peor que la del 2001, las ventas van muy mal y es de lo más barato que hay. 500 pesos el paquete. Pero los precios del azúcar o el aceite, que tengo que usar sí o sí, se dispararon”, contó.

Carmen (62 años), que lleva 15 años tomando la presión en una mesita plegable en la peatonal San Martín entre Santiago del Estero y Córdoba, advirtió: “Viene todo mal, pero desde hace tiempo. Hay que esperar”.

A su lado, Leonardo (57 años) calificó a los anuncios como “horrendos pero necesarios” y analizó: “No había otra solución. Vi varias crisis, desde la hiperinflación de (Raúl) Alfonsín las viví todas”. Y agregó: “Las soluciones que nos dieron hasta ahora no sirvieron, así que espero que esta salga bien. No confió ni en este ni en el anterior gobierno, ya no sé en quién confiar, desde la primera vez que voté en el 83 a Alfonsín. Siempre caemos en la misma, espero que esta vez sea diferente. Ojalá que cambie para mejor”.

Leonardo ve “muy complicado” el invierno.

Leonardo (38 años), desde detrás del mostrador de su kiosco en Córdoba al 1800, calificó como “muy complicadas” las medidas anunciadas y adelantó: “Como siempre lo vamos a pagar nosotros. Acá llegan listas de precios con aumentos todos los días. No sé qué pasará en el verano, donde hacemos la diferencia por el volumen de gente, pero en marzo Mar del Plata va a sentir todo esto”.

Diego (43 años) trabaja como encargado en un edificio y describió como “muy complicadas” las medidas anunciadas “especialmente para los laburantes, porque ya estamos detonados desde hace un largo rato”. “Está muy difícil y no sé hasta dónde llega la paciencia de la gente”, sostuvo.

Eduardo, con 70 años, se mostró más optimista. “Habrá que esperar un poquito, las medidas parecerían buenas. Hay que darle un poco más de tiempo, porque faltan detalles, pero hay que darle tiempo para ver si cumple con todo lo que dijo. Y esperemos que lo dejen gobernar”, afirmó.

Darío, con 17 años, compartió su optimismo y consideró “correctos” los anuncios. “Faltaron un par de cosas, pero van pocos días de gobierno y ya hizo más que en 40 años de supuesta democracia”, añadió.