Un niño de 6 años se recupera de las graves lesiones que le causaron tres perros al atacarlo el pasado sábado en la casa de un vecino y amigo de su familia, ubicada en el barrio Santa Rosa.

La víctima se encuentra internada desde el sábado pasado en el Hospital Materno Infantil, luego de que los canes -dos de raza pitbull y uno, ovejero alemán-, lo mordieran en el rostro y la cabeza.

El hecho se registró en una vivienda ubicada en las calles 52 y 429, y es investigado por la Fiscalía de Delitos Culposos. Según trascendió recién en las últimas horas, el niño se encontraba en la casa de su vecino, que además es amigo de sus padres.

Al parecer, la víctima jugaba en el patio cuando los animales iniciaron el ataque. Entonces, su propietario intentó detenerlos pero no lo logró y comenzó a gritar por auxilio.

En ese marco, el hombre decidió tomar un cuchillo y apuñaló a uno de los pitbull, que murió casi en el acto. También entonces fueron hasta el inmueble los padres del propio menor, que luego del rescate lo trasladaron por sus propios medios al hospital.

El niño quedó internado en el área de terapia intensiva y los médicos del nosocomio local le practicaron una cirugía de urgencia, que finalizó cerca de las 14.30 del mismo sábado. Desde entonces, quedó internado en el área de terapia intensiva y en las últimas horas su salud mejoró, por lo que se dispuso su alojamiento en una sala de pediatría común.

Por su parte, desde la Justicia se inició una causa caratulada “Lesiones culposas” en la que no hay imputaciones, debido a que hasta el momento no se probó que el propietario de los perros haya incurrido en un accionar negligente.

Personal de la subcomisaría Acantilados -con jurisdicción en la zona- se entrevistó con el propio padre del niño, un hombre de 35 años, quien dio su versión de lo ocurrido. Según trascendió, su hijo se encontraba en la cocina de la casa de su propio amigo y luego se dirigió al patio, donde estaban los perros. Es decir, se hallaban dentro del perímetro de la vivienda y no en la vía pública, lo cual es relevante porque este tipo de hechos son examinados en base al cumplimiento o la infracción de la ordenanza municipal Nº 22.031.

La norma está en vigencia y califica como peligrosos a los perros de las razas como las mencionadas. La regla establece que para la circulación de dichas mascotas en la vía pública “es obligatorio tener la credencial Remca (Registro Municipal Canino) la cual será otorgada luego de aplicarle el microchip con su veterinario particular o en la Dirección de Zoonosis completando el Formulario PPP”.

Una vez realizada esa diligencia, el personal municipal envía por mail el talón de pago que el dueño de los animales debe abonar para, posteriormente, reenviar a dicho correo para gestionar la credencial, recibir el número de chip y presentarse en el área de Zoonosis para finalizar el trámite. El trámite también puede realizarse con un veterinario particular.

Según la ordenanza vigente, los perros potencialmente peligrosos son aquellos que pertenecen a alguna raza que por su potencia de mandíbula, musculatura, talla y temperamento agresivo pudieren causar la muerte o lesiones graves a las personas u otros animales. Por ejemplo, cita: Airedale Terrier, Akita Inu, American Staffordshire Terrier, American Pitbull Terrier, Bóxer, Bullmastif, Bull Terrier, Cané Corso, Doberman, Dogo Argentino, Dogo Alemán, Gran Danés, Dogo Canario, Presa Canario, Dogo de Burdeos, Fila Brasileño, Gran perro Japonés, Kuvas, Mastiff (Mastín Inglés), Mastín napolitano, Ovejero Alemán, Ovejero Belga, Pastor del Cáucaso, Rottweiler, San Bernardo, Schnauzer Gigante, Staffordshire Bull Terrier, Viejo Pastor Inglés.

También cita la norma las cruzas de las razas anteriormente nombradas, y aclara que sin pertenecer a las tipologías antes descritas, serán considerados perros potencialmente peligrosos los hayan sido entrenados tanto para defensa como para ataque; los que por su tamaño o capacidad de mordedura sean susceptibles de provocar grave daño a terceros; y los que registren más de dos mordeduras en el transcurso del año, en circunstancias tales que demuestren su agresividad.