La noche en que la Copa Davis volvió a Mar del Plata
por Vito Amalfitano
La Copa no vino físicamente pero la trajo igual Juan Martín Del Potro con la gloria a cuestas que se le había negado en este mismo escenario hace 8 años.
De la mayor frustración del tenis argentino a la máxima alegría. El tandilense vino a saldar su deuda con Mar del Plata, como campeón de la Davis que en este mismo estadio se perdió absurdamente con España en aquella traumática final de 2008.
Aquí llegó para despedir su año mágico e inolvidable. Y no solo quedamos a mano. Del Potro con Mar del Plata. Porque llegar como flamante campeón de la Davis es un plus, un regalo único, también para el futuro de los pibes que juegan al tenis aquí y en todo el país, como para confirmarse, para algunos que lo sostenemos, como el segundo deporte de Argentina.
Y a propósito de los pibes que hacen deporte, en el medio del glamour de un espectáculo con entradas demasiado caras, lamentablemente, para ver al campeón de la Davis y héroe olímpico, se montó en la entrada del estadio una protesta muy oportuna, que no molestó a nadie, que no obstruyó el tránsito, pero que presentó una consigna muy clara y contundente con banderas y volantes: “Apertura de los Polideportivos Ya”. La realizó la “Red juntos por Camet, Frente Barrial Centenario”.
Como para que marplatenses y turistas tomen conciencia que hay algunos Polideportivos que fueron construidos por el Estado municipal, con la ayuda de los Estados provincial y nacional de la “herencia” anterior y que aun están absurdamente cerrados para la actividad de los pibes y los habitantes del barrio en general, como en el Centenario. Y los actuales gobiernos local, provincial y nacional aun no completaron la reapertura de esos escenarios para que el deporte llegue al barrio.
“Gané otras cosas importantes en mi carrera pero la Copa Davis es la que me permite dormir tranquilo”, le dijo Juan Martín Del Potro al conductor del espectáculo por la “Copa Peugeot”, el periodista Matías Martín, y a los más de 7000 espectadores en el Polideportivo.
Ese “dormir tranquilo” remite a aquella frustración y a todo lo que se dijo tras la final perdida con España. Ahora vino con Davis par Argentina y para enfrentar en esta exhibición justamente a uno de los protagonistas de aquella historia, David Ferrer.
“Espero que no me hagas correr mucho porque hace mucho calor” le dijo Delpo a Ferrer enseguida. La alta temperatura la sufrieron, en efecto, los jugadores y todos los espectadores, porque aquí el aire acondicionado no se puso ni a 24 ni a 0. Inconcebible para un espectáculo de 800 pesos la entrada más barata, responsabilidad de quienes deben ofrecer el estadio a pleno, no de los organizadores directos del acontecimiento. El muy buen programa/revista del partido se convirtió en inesperado abanico de todos. No fue lo único que no funcionó, tampoco el wi fi.
“No esperaba jugar al tenis nuevamente, no esperaba tener este año histórico para mí y para mi país, pero el cariño de la gente no dejó que me retire”, dijo también Delpo, en relación a sus tres operaciones y al “renacimiento” inolvidable al que asistimos en Río. Tras esas palabras y en un par de pasaje del partido con Ferrer a los aficionados les quedó un poco de aire, sudando como nunca, para gritar “Dale campeón”. Como tal volvió a Mar del Plata, con la Davis tan soñada a cuestas…