El escenario crítico en torno al abastecimiento de combustibles en Mar del Plata quedó atrás, pero la situación “dista mucho de estar normalizada”, advirtieron a LA CAPITAL desde la Cámara de Expendedores de la ciudad e informaron que los stocks siguen siendo bajos y que se mantiene “un escenario de escasez”, sobre todo de gasoil.

Patricio Delfino, integrante de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Mar del Plata, brindó declaraciones sobre la actual situación. El escenario, aclaró, “ha mejorado mucho” desde la última semana de octubre, cuando la escasez del producto fue casi total, aunque persisten desafíos e inconvenientes en el abastecimiento.

En particular, destacó que la situación “mejoró principalmente en las naftas”. Particularmente, “súper hay algo, aunque sigue escaseando, y en premium el stock es normal”.

No obstante, en cuanto al gasoil grado 3, el más caro, el abastecimiento sigue estando escaso. “Hay mucho faltante también con el gasoil común, el de grado 2”, por lo que la situación “está lejos de estar normalizada”.

“Notamos mucho faltante, mucho quiebre, no hay stock. Se despacha lo que se recibe y pasa un tiempo sin producto”, indicó el representante de la Cámara de Expendedores de Combustibles, en función de la situación que advierte en su estación de servicio y lo que también registran sus colegas.

A pesar de algunos avances, “la normalización aún está lejos” y llevaría unas semanas más. En las mesas de pedidos de las petroleras, el volumen disponible para solicitar sigue siendo limitado, con continuación de cupos. La escasez de oferta es un rasgo distintivo de la situación actual.

Delfino proyecta una posible mejora a partir de la producción de refinerías que estuvieron inactivas en octubre, pero advierte que esto podría no reflejarse hasta después de la primera quincena de noviembre. La expectativa es que, con la reactivación de estas instalaciones, se experimente un aumento en la producción y una disminución en las restricciones, especialmente en el suministro de naftas.

En resumen, aunque se ha dejado atrás el “colapso” vivido en los días pasados, Mar del Plata aún enfrenta “un escenario de escasez” de combustible, con volúmenes restringidos y condiciones controladas en la oferta, destacando los desafíos persistentes en el suministro de gasoil común.

La esperanza se centra en la reanudación de la producción de refinerías y en una mejora gradual a medida que avanza el mes.