Argentina, que venía de destrozar a México en la semifinal, fue muy superior a Venezuela en la final de básquetbol masculino y se impuso 79-65 para volver a colgarse la medalla de oro, tal como en Lima 2019.

El entrenador marplatense Leandro Ramella, asistido por otro DT de esta ciudad, Mariano Rodríguez (conductor de Peñarol en la Liga Nacional de Básquet), le imprimió su sello a este logro para el básquet argentino. En poco tiempo logró darle identidad a un equipo muy intenso, a favor de una rotación muy larga, que le permitió mantener constante la intensidad defensiva y ofensiva. Así, como con México en la semifinal, vapuleó al equipo caribeño en la definición.

El entrenador marplatense además tuvo otro gran acierto dándole pistas a jugadores jóvenes como Bautista Lugarini (gran figura en la final), Juan Bocca y Lucas Giovanetti que estuvieron a la altura del resto.
Argentina fue de menor a mayor en los primeros tres cuartos del partido, aquellos en los que se definió la lucha.

Marcó tendencia con un gran primer cuarto defensivo (permitió apenas doce puntos venezolanos) y fue sumando variantes a partir del segundo parcial. Hubo un pasaje clave en ese segmento, un parcial de 14-0 en tres minutos de la mano de ocho puntos de Franco Baralle, entre los cinco y los ocho, que llevó la luz de 27-25 a un tranquilizador 41-25.

Aunque Venezuela recortó algo la luz (43-34) antes del descanso, Argentina le tiró encima todo su poderío en el tercer parcial. Limitó a su rival a apenas 10 puntos y le hizo mucho daño cerca del canasto. Tanto Saiz como Gallizzi, convirtiendo o revirtiendo, fueron vitales en el poste y las penetraciones fueron otro arma inestimable. Sin demasiado apoyo del tiro de tres puntos, el equipo argentino marcó de todos modos una diferencia ostensible y llegó al cuarto final con la medalla de oro casi en el bolsillo: 70-44.

En el cuarto final el elenco de Ramella pensó más en la ventaja que en jugar y Venezuela pudo recortar algo la luz de la mano de Gary Sojo. Pero el alero representó el único problema importante para la defensa “albiceleste” en el cuarto final y la victoria se aseguró sin inconvenientes.

Brasil se colgó la medalla de bronce al imponerse a México por 73-61 en el partido por el tercer lugar.