por Sebastián Arana

Deportivo Norte lo hizo sencillo. Aprovechó su primera llegada a fondo, convirtió el primero y después jugó con las urgencias de un River que se vio dos goles abajo. El equipo “aurinegro”, en definitiva, se impuso 2-0 y jugará la final dieciocho años después de su última presencia en la definición anual del fútbol marplatense.

Adolfo Elía, figura del partido, y Mauricio Di Martino, uno en cada tiempo, marcaron los tantos del elenco dirigido por Leonardo D’Urso, quien también dirigirá su primera final de temporada.

Norte sólo jugó incómodo los primeros diez minutos de partido. Cuando River lo fue a buscar con un argumento casi exclusivo: proponer el uno contra uno de Ogas sobre la izquierda. Así forzó varios córners. Uno de ellos, al minuto, encontró una vacilación defensiva local y Paraschuk, desde muy buena posición, pateó muy alto.

El embate de los de Ramajo se diluyó con el correr de los minutos. Jugar demasiado apurado e intentar llegar a Ogas con dos o tres pases no lo ayudó demasiado.

La elaboración de Deportivo Norte no fue mucho mejor. Y así como River intentó activar a Ogas con pelotas largas, recurrió a parecido argumento para poner a correr al peligroso Elía.

Cuando lo logró, sin embargo, llegó al gol. Un par de minutos antes había desbordado y nadie llegó a conectar su centro. Y a los 30′ dominó un balón largo del medio hacia la izquierda, superó a su marcador con una gambeta, enfrentó a Acquisto y lo superó con un remate bajo y cruzado con el revés del pie derecho.

Ese gol fue un mazazo para River. Norte se terminó de tranquilizar y durante un breve pasaje buscó el segundo. Y después se dedicó a jugar con esos dos goles de ventaja que tenía en el global.

En el final de la etapa, un jugadón de Ogas, esta vez volcado sobre la derecha, terminó en pase exacto para la cabeza de Morra. Pero Iriarte metió un cierre salvador y despejó de cabeza sobre la línea.

Ramajó intentó echar el resto en el entretiempo con el ingreso de Elías Pérez por Gopar. Su apuesta fue defender con tres y agregar un creativo más. Sin embargo, nada salió del enroque. Si River jugó apurado el primer tiempo, lo hizo desesperado en el segundo. Y casi nunca sacó la pelota bien jugada desde el medio.

Apenas inquietó un par de veces por arriba con sendos cabezazos de Melga. Con el correr de los minutos, sin embargo, dejó cada vez más espacios en los últimos metros. Y las corridas de Elía fueron una amenaza.

Los caminos del gol, sin embargo, son misteriosos. La definición del partido no provino de un contraataque. Porque Collantes, que rara vez falla, desperdició dos situaciones propicias.

El golpe de nocaut vino de una pelota parada. A los 33′ Fredes le entró bien a un tiro libre desde la derecha con pierna izquierda. Ni los defensores ni Acquisto fueron a buscar el centro. El único que lo atacó fue Di Martino, quien desvió en soledad y puso el 2-0 para cerrar la historia.

Síntesis

Deportivo Norte (2): Agustín Villalba (6); Valentino Loscalso (6), Joaquín Benítez (5) y Emiliano Fortete (5); Fermín Iriarte (6), Juan Manuel Ceratto (5), Mauricio Di Martino (7) y Enzo Fredes (6); Agustín Cejas (5); Jesús Collantes (5) y Elía (8). DT: Leonardo D’Urso.

River (0): Acquisto (5); Paraschuk (5), Amodio (5), Nazareno Medina (5) y Lucas Gopar (5); Brian Morra (5); Juan Ignacio Alves (5), Julio Chávez (5) y Jerónimo Palacios (6); Emanuel Ogas (7) y Melga (5). DT: Eugenio Ramajo.

Goles: primer tiempo, 30′ Elía; segundo tiempo, 33′ Di Martino.
Cambios: primer tiempo, 34′ Leandro Benítez (5) por Paraschuk (lesionado); segundo tiempo, inicio, Elías Pérez (6) por Gopar, 18′ Domeneghini por Medina, 31′ Troiano por Collantes, 36′ Nahuel Calvo por Iriarte, 41′ Juan Adler por Elíá y Pablo Ávila por Di Martino.
Cancha: Deportivo Norte (regular).
Árbitro: Sergio Funes (5).

Escándalo

Los jugadores perdieron los estribos en el tiempo agregado y el partido terminó con un tumulto, con manotazos y empujones desde los dos bandos. El árbitro Sergio Funes se apuró en pitar el final, pero las peleas se trasladaron afuera de la cancha. Las dos parcialidades, alambrado de por medio, intercambiaron proyectiles y desbordaron a los pocos policías. Varios minutos pasaron hasta que se reestableció la calma.