Con la proyección de la película “Elena sabe”, de la directora argentina Anahí Berneri, comenzó este viernes la competencia internacional del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Desde la sala Piazzolla del Teatro Auditorium, una actuación memorable de Mercedes Morán, quien se mete en la piel de una mujer enferma de Parkinson, abrió la primera jornada de esta edición número treinta y ocho.

Producida por Netflix, la película se estrenó a nivel mundial desde esta ciudad, antes de que llegue al circuito comercial el 16 de noviembre y de que llegue a la plataforma mencionada, hecho previsto para el 24 de este mes.
Entre la debilidad y la fuerza, así narraron directora y actriz –durante la conferencia que se realizó este viernes tras la proyección del filme- que pensaron al personaje de Elena, una mujer con escasa movilidad corporal a partir del Parkinson y que asume el deber de conocer el destino de su hija Rita, personaje que encarna Erica Rivas.

“Elena sabe” es una adaptación de la novela homónima de la escritora argentina Claudia Piñeyro. La película encierra varias “circularidades”, de acuerdo a la definición que realizó Pablo Conde, director artístico del Festival de Cine. Una de ellas es el trabajo de las actrices protagónicas con sus propias hijas: Rivas trabaja con Miranda de la Serna, al tiempo que Morán lo hace con May Scápola.

Otra de las referencias circulares aludió al tiempo de la narración. Elena convive con sus recuerdos y sus fantasmas, en un cuidado y notable trabajo que Berneri hizo en diversas escenas que van del pasado al presente de la protagonista.

El tema de la maternidad, la que se elige y la que no, el de la vejez y la enfermedad, el del cuidado de las hijas hacia sus madres y el del dolor también aparecen esbozados con fuerza en el filme, que fue muy celebrado entre el público presente.

A pesar de tocar semejantes temas, Morán reconoció poder despegarse del personaje y –durante el rodaje- celebró junto a la directora el hecho de poder contar esta clase de historias con libertad. Para Berneri la experiencia fue la de haber realizado un filme de autor con una gran producción detrás. Vanesa Raggone fue la productora, la misma de “El secreto de sus ojos” y “La viuda de los jueves”, entre tantas otras.

“Había leído la novela, tenía ganas de trabajar con Anahí, estaba en mi lista de directoras, ‘ojalá que me llame’, decía”, reconoció la atriz, para quien Elena fue “uno de esos personajes anhelados” por cualquier intérprete.

Cada vez que encarna un nuevo rol, Morán tiene en cuenta un riesgo de la profesión: “no echar mano a algo conocido”, confesó. Y, en ese sentido, su trabajo corporal en “Elena sabe”, la mirada opaca, la cabeza caída, el rostro endurecido, la rigidez con la que se desplaza y la tozudez por vivir, a pesar de todo, la alejan del miedo a repetirse y la convierten en una actriz tan versátil como creíble.