Por Marcelo Solari / Desde Santiago de Chile

Además de la medalla de plata en los 200 metros espalda, Ulises Saravia, apenas minutos después de su podio, integró la posta 4×100 metros medley mixta, que también tuvo a la marplatense Lucía Gauna, la cordobesa Macarena Ceballos y el bogotano nacionalizado Joaquín González Piñero.

Ocuparon un meritorio quinto puesto, con 3m52s84, en una competencia en la cual los ganadores de Estados Unidos, marcaron un nuevo récord de los Juegos, con 3m44s71.

El propio Saravia abrió con espalda, Ceballos tuvo la pasada en pecho, González Piñero en mariposa y cerró Gauna en estilo libre, en una prueba muy estratégica, donde conviven en la piscina hombres y mujeres.

Además, Guido Buscaglia llegó tercero en la final B de los 100 metros estilo libre, con 49s93, para quedar undécimo en la clasificación global. Si bien hasta aquí no ha obtenido medallas, ha mantenido la premisa de correr por debajo de los 50 segundos cada intervención en los 100 metros libres, ya sea en individual o en relevos. En la misma prueba, Matías Santiso llegó cuarto (49s99).

Y el fondista Ivo Cassini quedó décimo en la clasificación final de los 800 metros estilo libre, con un registro de 8m12s32.

En beach volley, la dupla argentina integrada por la entrerriana Ana Gallay y la sanjuanina Fernanda Pereyra -quienes residen y entrenan en Mar del Plata- dirigidas por el coach marplatense Pablo Del Coto, perdieron en el tercer partido del grupo B, ante las estadounidenses Corinne Quiggle y Sarah Murphy, por 2-0 (24-22 y 21-17, en 40 minutos. De esta forma, quedaron segundas en la zona y se medirán este martes, en principio a las 10.30, frente a República Dominicana (Julibeth Payano y Bethania Almanzar), dupla que se ubicó tercera en el grupo D, tras derrotar a Uruguay, por 2-0 (32-30 y 21-19).

El Parque Peñalolén, donde se encuentra ubicado el Centro de Vóleibol de Playa y también el Velódromo, es un sector muy pintoresco, al pie de la montaña, alejado del centro de la capital chilena y rodeado de barrios bastante humildes.

Después de un muy buen comienzo, Gallay-Pereyra fueron perdiendo precisión, especialmente en la recepción, y Quiggle-Murphy emparejaron decididamente el juego hasta extender la definición del set inicial. Las argentinas sobrevivieron a un par de set-points en contra, hasta que finalmente lo cedieron. Y en el segundo, si bien la diferencia no resultó apreciable, las norteamericanas estuvieron más firmes y también consiguieron ganar la mayoría de los rallies extensos.

“El balance de la primera fase es positivo, porque conseguimos avanzar a la siguiente ronda. Esta vez no estuvimos tan prolijas, especialmente en la recepción. Fallamos en ese primer fundamento y el partido se definió por detalles. Teníamos posibilidades, fue un juego muy parejo pero no estuvimos precisas en algunos momentos y con esos vaivenes no pudimos jugar como nosotros queríamos”, analizó Pereyra junto a LA CAPITAL.

Por la rama masculina, los hermanos rosarinos Nicolás y Tomás Capogrosso vencieron a Canadá (Jake MacNeil y Alexander Russell), por 2-0 (21-14 y 21-12), luego de 32 minutos, y se adjudicaron rotundamente el grupo B, con tres victorias sin ceder sets (los otros triunfos fueron ante Costa Rica y Ecuador). Los argentinos descansarán este martes, ya que accedieron directamente a los cuartos de final, y ya quedaron a una victoria de ganarse dos chances de medallas.

En la Laguna Grande de San Pedro de la Paz, la marplatense Clara Galfre integró el cuádruple par de remos cortos de Argentina, que se ubicó sexto en la final correspondiente, ganada por Estados Unidos. Y Agustín Scenna formó parte del 8 con timonel masculino, que terminó quinto en su final (el oro fue para Cuba).

Por último, la joven gimnasta del Club Atlético Quilmes, Nicole Iribarne, se ubicó en el puesto 16° en el All Around femenino, con un buen andar general, penalizado por su caída en la viga de equilibrio (10,600). Además, le otorgaron 11,933 en suelo, 11,900 en paralelas asimétricas y 12,666 en salto, su mejor aparato.