Por Juan Salas

Mensajes directos, grupos, canales, Telegram ofrece una variedad de posibilidades para conectarse entre usuarios, pero la tecnología también da alternativas a los delincuentes, que utilizan la comunicación como vidriera para ofrecer todo tipo de elementos, desde drogas, a recetas para medicamentos o cursos para aprender a clonar tarjetas.

El universo de internet puede ser un lugar oscuro y lo mismo pasa con la aplicación Telegram, el servicio de mensajería de origen ruso que hoy cuenta con 800 millones de usuarios y es uno de los grandes rivales de Whatsapp.

Telegram, que posee un cifrado de extremo a extremo que garantiza la seguridad de los mensajes, también cuenta con la posibilidad de participar de grupos y canales, lo que facilita la vinculación entre personas para compartir y buscar información, para ofrecer y conseguir productos.

En los grupos de Telegram se pueden conseguir objetos usados a buen precio, ofrecer servicios legales, pedir trabajo, pero también son una vidriera de todo tipo de productos vinculados al submundo del delito, que cada vez se siente más a gusto en el anonimato de internet.

Extasis, cristales, keta, flores. Recetas PAMI firmadas digitalmente. Coca, la verdadera merca, la más rica. Aprendé a clonar tarjetas desde cero, métodos bien explicados con asesoramiento personal.

Este tipo de mensajes se suceden unos a otros, a cualquier hora, a simple vista. Cualquier persona puede leerlos y cualquiera -sean menores de edad, entiendan lo que significan o no- pueden contactar a quien ofrece droga, recetas para medicamentos o lo que sea.

La tecnología -que no es ni buena ni mala- ofrece más herramientas al delincuente de lo que uno cree y la Justicia corre desde atrás para investigar sin limitar su uso, ya que controlar lo que sucede en el universo de internet es algo impensado.

Investigar delitos complejos

Un perito en informática del Poder Judicial, especialista en investigar delitos complejos que se cometen desde internet optó por no dar declaraciones para no “hacer escuela” para la delincuencia. El cuidado en estos casos es total, ya que las personas que están al margen de la ley evolucionan sus mecanismos a medida que la tecnología avanza.

En 2016 se aprobó la ley 27.319, que da herramientas para la investigación de delitos complejos, que son los relacionados con estupefacientes; los delitos aduaneros, como el contrabando; algunos de los delitos contra la integridad sexual, como la corrupción de menores, la promoción de la prostitución, la explotación económica de la prostitución ajena, la pornografía infantil; el secuestro coactivo y extorsivo, la privación ilegítima de la libertad;
la trata de personas; los delitos cometidos por asociaciones ilícitas; los delitos contra el orden económico y financiero, como el lavado de activos.

En la ley, se agregaron las figuras del agente encubierto, agente revelador, informante, entrega vigilada y prórroga de jurisdicción; que los investigadores pueden solicitar a la Justicia con motivos específicos y claros.

El agente encubierto es el funcionario de las fuerzas de seguridad que oculta su identidad y se infiltra en organizaciones criminales para investigar delitos complejos, con obvias medidas para proteger su identidad y vida.

La figura del agente revelador es parecida. Se trata de un integrante de las fuerzas de seguridad que simula interés en la compra de bienes, personas, servicios, armas o estupefacientes para investigar delitos complejos.

Finalmente el informante es una persona, con identidad reservada, agente a las fuerzas de seguridad que a cambio de un pago aporta a las autoridades información para la investigación de delitos complejos.

Estas tres figuras son herramientas “nuevas” que la Justicia tiene para investigar delitos que su ejecución evoluciona constantemente, como es el caso de la utilización de la aplicación Telegram para ofrecer drogas o cualquier otro producto o servicio.

El agente revelador en Telegram

Los delitos en Telegram están a la vista de todos y el Poder  Judicial espera a que se presente una denuncia, que las fuerzas de seguridad detecten el ilícito para iniciar así una causa.

Las diferentes fuerzas de seguridad (como son la Policía Federal o Bonaerense) tienen equipos que analizan las redes sociales, eso que sucede en internet en público. Por ejemplo, hay quienes buscan elementos vinculados a la venta de animales, al patrimonio arqueológico, a la venta de drogas,  a actividades discriminatorias o a la pedofilia.

Principalmente en Telegram, los investigadores utilizan la figura del agente revelador para detectar los grupos en los que se ofrecen productos ilegales e identificar a los usuarios. De esta manera, el integrante de las fuerzas de seguridad contacta a los sospechosos y simula tener interés en adquirir eso que ofrecen.

“La figura del agente revelador es un instrumento que se brinda a las fuerzas policiales y de seguridad, al Ministerio Público Fiscal y al Poder Judicial con el propósito de ser aplicado a la investigación, prevención de delitos complejos, cuya disposición o autorización debe necesariamente cumplir con determinados recaudas que deben ser analizados con criterios restrictivos”, expresó al respecto la fiscal federal general interina Maria Claudia Frezzini,

Causas en Mar del Plata

En los últimos meses, la Justicia Federal encabezó dos investigaciones que surgieron a raíz de delitos que se cometían desde Telegram, como la venta de drogas y de recetas médicas de PAMI, y que gracias a la utilización de la figura del agente revelador se pudieron identificar a los sospechosos y realizar allanamientos para detenerlos.

En la causa por la vente de recetas médicas de PAMi se realizaron tres allanamientos a pedido del fiscal Santiago Eyherabide, quien pudo comprobar que se ofrecían en un circuito ilegal presuntas recetas oficiales de PAMI, las cuales serían efectuadas desde el propio sistema de la obra social, y con las que se prescribían medicamentos como Valium, tramadol, codeína, viagra, alplax o antidepresivos.

Ante esta novedad, el grupo DUOF (Unidad Operativa Federal) de la Policía Federal solicitó la activación de la figura de agente revelador y así lograron meterse dentro del circuito y conocer los detalles de tarifas, tipo de recetas y alcance para luego obtener fármacos a los que solo se puede acceder de manera recetada por un profesional médico.

La otra causa es de mediados de agosto, en la que se hicieron una veintena de allanamientos en distintos puntos de Mar del Plata por la venta de droga desde las aplicación Telegram.

En los procedimientos se pudo corroborar la existencia de varias plantaciones de marihuana tipo indoor, con la logística preparada para su posterior comercialización y la policía incautó distintos tipo de drogas, incluso sintéticas como éxtasis y troqueles de LSD. En el operativo cinco personas resultaron detenidas.

En la investigación, el fiscal Eyherabide identificó a veinte personas que formaban parte de grupos de WhatApp, Telegram o Facebook, donde se comercializaba marihuana, cocaína y otros estupefacientes, por lo que se utilizó la figura del agente revelador para poder identificar correctamente a los usuarios de las aplicaciones y redes sociales.

“La operatoria de comercio bajo este mecanismo de concertación entre oferta y demanda en el caso se presenta con un dinamismo y fugacidad que exige realizar los procedimientos con premura, dada la mutación de líneas y cambios de domicilios que con regularidad se advierten entre los responsables”, explicó el fiscal al solicitar que se apruebe la utilización de la figura del agente revelador.

El universo de internet puede ser oscuro y entre las sombras es donde más cómodo se mueven los delincuentes que ofrecen todo tipo de productos ilegales a cualquier hora, a cualquier persona. Y si bien la tecnología les da alternativas, también ofrece a las herramientas para poder investigarlos.